Culiacán, Sin.- Entre la desinformación, lo que sí pasa, lo que se inventan, este sentimiento colectivo de zozobra y miedo es lo que tiene paralizada la vida nocturna en Culiacán, consideró Mario Navarro, socio propietario de Cervecería Coordenada, quien ha visto caer hasta un 95 por ciento los ingresos de su negocio.
“Un giro como el de nosotros si está muy castigado. La gente no sale después de las 7 de la noche: Culiacán se vuelve una ciudad fantasma”, mencionó en entrevista para Espejo.
La violencia que acecha el municipio de Culiacán desde el pasado 9 de septiembre ha tenido sumido a estos productores locales de cerveza artesanal. “La vida nocturna se murió”, afirma el empresario, y al mismo tiempo lamenta que todos los emprendedores con este tipo de giros se han visto afectados.
Mario compartió que a diferencia de muchos otros restaurantes que están sobreviviendo mediante las aplicaciones de comida para llevar, para Coordenada ha sido más complicado porque ellos lo que ofrecen es la experiencia de visitar el lugar.
“Nosotros lo que ofrecemos es la experiencia completa, es decir, es en el lugar, nuestra cerveza artesanal no la podemos estar sacando de ahí. La comida es difícil que te llegue como te debe de llegar en un empaque de plástico y que cruce media ciudad”, explicó.
“Nosotros abrimos un poco más temprano, el lugar en sí es muy seguro, nosotros hemos procurado este ambiente sano, pero nada nos salva de que la gente tiene que cruzar de su casa a mi negocio, y eso es lo que ha reducido mucho las ventas”, dio a conocer.
Pese a que amigos, familiares y sus fieles clientes han acudido a consumir en los últimos días, el grueso de los visitantes no ha ido como antes. Aun así, informó que él y su socio siguen cerrando a las 11 de la noche, aunque su único cocinero sale más temprano por seguridad de él.
“Nosotros tenemos que seguirle escarbando y si un cliente se queda hasta las 11, nosotros lo seguimos atendiendo. Yo he estado en un 5 o 10 por ciento de la venta normal que tenía antes, ha sido dramático como cayó”, lamentó.
Durante la ceremonia del Premio al Mérito Restaurantero en el Congreso del Estado, donde se dieron cita los agremiados de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de Culiacán, algunos propietarios compartieron su experiencia de las últimas semanas para Espejo.
Para franquicia Wings Army la ausencia de consumidores por las noches también ha sido devastador, al grado de que ya han tenido que cerrar dos sucursales en Culiacán, el punto de Isla Musala y el de La Conquista, informó el gerente regional, Jesús Valverde.
Lo anterior, teniendo que terminar también relaciones laborales con las plantillas de esos establecimientos.
“La baja afluencia es lo que detonó que decidiéramos cerrarlos. En los que siguen abiertos, la estrategia es impulsar el servicio a domicilio y las aplicaciones para que haya flujo, al menos, en la comida”, compartió.
“En mi segmento, que es restaurante bar, es en la noche donde se da el 80, 90 por ciento de la venta, y precisamente son las horas en las que la gente ya no anda en la calle”, mencionó.
Ante esta contingencia, Jesús explicó que están enfocando esfuerzos en tratar de que el consumo sea más temprano, por ejemplo, promoviendo los eventos deportivos como el beisbol o los juegos de los Dodgers contra los Yankees.
“En donde cerramos sí tuvimos que dar de baja al personal. En los otros han sido convenios con el mismo personal, de trabajar menos horas, en distintos horarios. Ahora bien, también han salido trabajadores por el mismo tema de la inseguridad”, expuso.
“Yo tengo una plantilla donde hay estudiantes, gente joven, pues ahí directamente sus papás ya nos los dejan trabajar. Este tipo de cosas también genera ausentismo laboral, la misma rotación te lo pide”, señaló.
Por su parte, Jorge Peraza, propietario de Café Marimba, compartió que se encuentra en condiciones similares a las de sus dos compañeros anteriores. Opinó que el miedo que se ha extendido ha generado que la gente decida no salir cuando el sol ya no está.
Y en estos días, cuando el sol se mete más temprano, dijo, en esa medida la gente deja de acudir a los lugares: “Entonces, los que dependíamos esencialmente de las velas, de las lámparas a media luz, es decir, del ambiente nocturno, sí estamos siendo muy afectados”, externó.
Sus ventas desde el 9 de septiembre cayeron arriba del 80 por ciento, así como a todos los que ofrecen servicios como él en las noches. Incluso, compartió, los primeros 15 días desde que estalló la jornada de violencia en Culiacán, solo vendían el 7 por ciento de lo que usualmente era un día normal.
“Se han reducido horarios desgraciadamente, muchos muchachos tienen su horario partido, obviamente todos tienen menos ingresos, hemos impulsado un poco más nuestros desayunos, que vamos a cumplir apenas dos años con ellos”, indicó.
“Obviamente todavía no están posicionados como la noche. Bueno, creo que el trabajo viene a eso, a posicionarnos, porque el producto es bueno, diferente, muy marimbo, falta que nos conozcan”, destacó.
Cabe mencionar que la familia Peraza también es propietaria del restaurante La Chuparrosa Enamorada, que recientemente se vio afectado por un incendio en sus instalaciones.
Al respecto, Jorge Peraza mencionó que lejos de desanimarse este fin de semana van a empezar de nuevo solo con comida para llevar en litro, ofreciendo barbacoa, borrego y menudo, esto para llevar a casa.
“Definitivamente vamos a continuar, no podemos detenernos porque somos una familia que depende, el cien por ciento de los miembros, de nuestra actividad en los restaurantes. Tenemos que seguir”, manifestó.
“Vamos parapetar un espacio con cocina y vamos a atender de esa manera para empezar a recaudar algo de fondos para seguir. El restaurante sigue jalando con su clientela fiel”, defendió.
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