La huesuda llegó a Culiacán,
y al panteón quiso llevar,
a Juan de Dios, el alcalde,
que volvió su mandato a estrenar.
“Ahora el pueblo te dio su voto,
por fin ganaste elección,
pero muchos aún susurran,
que Rocha, el padrino, te dio el jalón.”
En 2022 sin elección,
el Congreso te hizo alcalde,
y aunque ahora el pueblo te aplaude,
otros miran con desaire.
“Ven conmigo“, decía la muerte,
“ya cumpliste tu misión,
a ver si en el otro mundo,
tienes igual bendición.”
Pero Juan con astucia y sonrisa,
logró hacerle un buen desdén,
le dijo: “¡Ya tengo respaldo del pueblo,
y de mi padrino el sostén!”
La calaca se fue descontenta,
por no llevárselo al panteón,
y en Culiacán Juan de Dios se queda,
hasta cumplir su gestión.
***
Calaveritas ESPEJO
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