En 2008, cuando la crisis económica por la recesión de Estados Unidos ya tenía uno de sus mayores picos en el Mundo, Bismarck Lepe decidió invertir.

La decisión podía parecer arriesgada en un momento clave en el que los capitales de riesgo estaban contraídos y se registraba el cierre de empresas en todos lados, pero Lepe, quien había fundado Ooyala, una empresa dedicada a la gestión de flujo de trabajo de contenido de video, veía una oportunidad de negocio como ya sucedía en con proyectos.

“Aunque la crisis financiera fue muy difícil para muchos, la realidad es cuando Twitter estaba creciendo, Facebook estaba creciendo, salió el iPhone y Apple estaba creciendo y dijimos que para el 2009, en cuanto los inversionistas empiecen a invertir de nuevo, esto se va a poner súper difícil”, aseguró.

Frente a los participantes del Summit 2024 que organiza Foro Mar de Cortés, el fundador de Ooyala explicó que la cultura mexicana en cuanto inversiones debe tomar un giro y apostar por las inversiones de proyectos locales.

Lepe contó que cuando sucedió la crisis se hizo la contratación de consultores para poder conocer dónde podía instalar una empresa de desarrollo, pero su sorpresa fue que la propuesta principal fue la de invertir en México

El mejor lugar para poder hacer su proyecto fue Guadalajara, encontró talentos en el campus del Tec de Monterrey en esa localidad con la misma o mayor capacidad de ingenieros con los que ya había trabajado previamente en Google.

Así fue como convenció a inversionistas para que apostaran por Ooyala, enfrentándose con gigantes como Hewlett-Packard, que tenía oficinas en Guadalajara.

En Ooyala, sin embargo, se entendió que debía apostarse por valores y generar una cultura entre los talentos, como el de la proactividad, enseñado por personas como Adalberto Flores, fundador de la fintech mexicana Kueski.

“Se comenzó a enseñar la cultura de hacer sin tener que esperar a que te digan qué hacer”, contó.

Pero no fue todo, sino que Ooyala fue la forma de poder enseñar a la comunidad cómo debe apostarse por nuevas empresas, al invertir para levantar capitales.

“Es fácil pensar que todo esto es muy difícil, que la economía, el gobierno, que ahorita no tenemos instituciones académicas y crear excusas, pero lo bonito de este evento (Summit 2024) es de que sí hay suficientes individuales y compromiso hacia la sociedad y hacia las comunidades, que podemos tener un impacto positivo”, señaló Lepe.

En 2014 se vendió Ooyala, pero ese capital se usó para fundar Wizeline, uno de los proveedores globales de servicios de tecnología con más rápido crecimiento, teniendo como sedes en Zapopan, Querétaro y Ciudad de México.

Las claves de Bismarck Lepe:

Bismarck Lepe aprendió tres claves con Ooyala, las cuales compartió durante el Summit 2024 de Foro Mar de Cortés y pueden ser consultadas a continuación:

Alentar el talento local:

“Sería increíble que en vez de crear estas catedrales de informaciones, enfocarnos a crear comunidades de talento, donde la instrucción puede venir de todos lados, podemos tener los mejores profesores de todo el mundo, estar aquí y nosotros apoyar a esos estudiantes con becas para que lleguen y se concentren aquí”, dijo.

“Es interesante cómo pueden detonar ideas en corporaciones y compañías cuando hay una concentración de talento”

Invertir capital en empresas locales:

Incentivar las inversiones locales, descentralizar los apoyos y que los corporativos locales inviertan capital para fortalecer los mercados internos

“Si hay buenas transacciones, los fondos van a hacer más dinero, los empleados van a poder eventualmente ellos mismos invertir en las empresas y así sigue creciendo el ecosistema.

Hacer una cultura de experimentación:

“De eso de experimentar salen las innovaciones. A nadie nos gusta fracasar, pero a veces es necesario hacer y aprender de eso”.

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