Sinaloa.- Los humedales de Sinaloa y de Nayarit están siendo consideradas como áreas prioritarias dentro del proceso de elaboración del Programa Nacional de Restauración Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dio a conocer Sandra Guido.

En entrevista para ESPEJO, la presidenta de la asociación Conselva, Costas y Comunidades, celebró que no solo desde el noroeste, sino desde todo el país se reconozca la importancia ambiental de estos sitios, tanto para la biodiversidad como para las poblaciones y sus actividades económicas.

“Si me dio muchísimo gusto que no nada más nosotros en nuestra mesa en el noroeste, sino que a nivel nacional se reconoció que los humedales de Sinaloa y Nayarit eran sitios prioritarios, que de hecho quedaron en primero y segundo lugar”, dijo.

El priorizar los humedales de Sinaloa y Nayarit, añadió la ambientalista, responde a la urgencia de restaurar estos espacios, esenciales para la pesca y otros servicios ecosistémicos, afectados por descargas agrícolas y la acumulación de sedimentos.

“Nuestros humedales están enfermos. La acumulación de sedimentos y los desechos agrícolas han alterado su hidrodinámica y reducido su capacidad de generar servicios ambientales. Esto afecta a pescadores y a toda la biodiversidad que depende de estos ecosistemas”, señaló.

El Plan Nacional de Restauración Ambiental forma parte de los tres pilares (prevención, economía circular y restauración) en que se centrará la política ambiental en México durante el sexenio que inicia; y a decir de Sandra Guido, tendrá también como áreas prioritarias la cuenca de los ríos Sonora y Atoyac.

Como miembro de las mesas de trabajo en las que se está desarrollando el plan nacional, Guido indica que inicialmente se tienen considerados 20 sitios o grandes áreas, los cuales se irán cerniendo hasta quedar 10.

En este proceso, explicó, ha sido clave el que los participantes cuenten con información técnica sobre el estado de las áreas y propuestas de restauración, cosa que en Sinaloa se ha hecho muy bien, añadió.

“Se hizo una convocatoria inicial en donde el sector académico y ambiental aportó su conocimiento sobre los sitios en donde existía, no solamente la necesidad de restaurarlos, sino además la información técnica y la solución qué se tiene que hacer en cada uno de ellos”, dijo.

“Entonces fue gracias a que traíamos las soluciones, a que traíamos el conocimiento técnico de la academia de Sinaloa que sí ha sido muy prolífica en estudiar las lagunas costeras. Aquí afortunadamente teníamos las dos cosas”.

La experta en cuencas festejó este proceso de trabajo que, dice, es muestra de que la Semarnat ha recuperado la confianza en las organizaciones de la sociedad civil como organismos que pueden contribuir a las soluciones de los grandes problemas ambientales de México. “Entonces, celebramos mucho el volver a estar juntos”.

Según la Convención Sobre Humedales Ramsar, en Sinaloa existen 9 humedales de importancia mundial en municipios como Ahome, Guasave, Angostura, Navolato, Culiacán, Elota, Mazatlán, Rosario y Escuinapa.

Amenazados por la expansión de las granjas de camarón, las descargas agrícolas o la acumulación de sedimentos, estos sitios tienen la capacidad de absorber carbono hasta 55 veces más rápido que las selvas tropicales, así como otros servicios ambientales como servir de barrera de protección ante la erosión costera y huracanes, y funcionar como una especie de ‘guardería’ al ser espacio de reproducción y crecimiento de diversas especies marinas.

Humedales de importancia mundial de Sinaloa:

  • Sistema Lagunar Agiabampo-Bacorehuis-Río Fuerte Antiguo
  • Lagunas de Santa María-Topolobampo-Ohuira
  • Sistema lagunar San Ignacio-Navachiste-Macapule
  • Laguna Playa Colorada-Santa María La Reforma
  • Ensenada de Pabellones
  • Sistema Lagunar Ceuta
  • Playa Tortuguera El Verde Camacho
  • Laguna Huizache-Caimanero
  • Marismas Nacionales Sinaloa

Cómo atender estas zonas

Sandra Guido explicó que, para restaurar los humedales de Sinaloa, es esencial abordar de manera integral los problemas que afectan a estos ecosistemas, como la acumulación de sedimentos y la contaminación de las aguas. “El principal problema en nuestros humedales es la descarga de los drenajes agrícolas, que no solo traen agua, sino sedimentos cargados de nitrógeno, fósforo y pesticidas. Esto ha alterado la hidrodinámica de las lagunas, reduciendo su capacidad para sostener la biodiversidad”, comentó la ambientalista.

Una de las propuestas, según Guido, es la implementación de dragados estratégicos, un enfoque más efectivo que el dragado puntual que realizan algunas cooperativas. “Lo que ha sucedido hasta ahora es que se dragan pequeños pedazos de la laguna y los sedimentos se vuelven a acumular en otras áreas, lo que no resuelve el problema. Con un dragado integral, que considere tanto la hidrodinámica interna de la laguna como la aportación del mar y los arroyos, podemos recuperar la profundidad y la circulación del agua“, explicó.

Además, junto con el dragado, se plantea la creación de humedales artificiales en los puntos donde los drenajes desembocan. Estos humedales actuarían como filtros naturales para remover el exceso de nutrientes y sedimentos antes de que lleguen a las lagunas costeras. “Estos humedales artificiales son una solución basada en la naturaleza que ayudaría a mejorar la calidad del agua y, a largo plazo, la salud del ecosistema y la pesca”, destacó Guido.

Estas acciones, que ya cuentan con el respaldo de estudios técnicos detallados, podrían tener un impacto positivo en humedales como el de Huizache-Caimanero, que ya tiene una metodología lista para su intervención. “El gobierno federal podría realizar estos dragados con la maquinaria adecuada, asegurando una restauración eficiente y duradera”, concluyó Guido.

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