Culiacán, Sin.- El arquitecto Carlos Inzunza, vicepresidente de la Federación de Colegios de Arquitectos, calificó como un “recorte grotesco” el intento de disminuir un 82 por ciento del recurso estatal destinado a la obra pública con respecto a 2024.

Lo anterior, dentro de la iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del Estado de Sinaloa del Ejercicio Fiscal 2025, que se votará en el Congreso del Estado en los próximos días; “creo que nunca se había visto algo así, es una desproporción”, señaló.

Consideró que este recorte es alarmante, porque será estar a expensas de lo que Gobierno Federal arroje al estado el próximo año para obra pública.

Los escenarios que se advierten

 

El arquitecto habló sobre las consecuencias en el desarrollo económico para el próximo año, tomando en cuenta que la economía ya se encuentra paralizada por el contexto de violencia que viven algunos municipios de Sinaloa desde el 9 de septiembre.

“Las inversiones que hay en el sector de la construcción, del mercado inmobiliario, todas se detuvieron, algunas se cancelaron inclusive, tanto en la iniciativa privada como en inversiones productivas, en residenciales, etc.”, dio a conocer.

“De tal forma que está comprobado que la inversión privada se comporta como un reflejo de lo que es la inversión pública en infraestructura. Dicho de otra forma, el inversionista privada se alienta, se motiva, cuando ve que el gobierno está invirtiendo en obra pública”, explicó el especialista.

Carlos Inzunza expuso que cuando no hay inversión en obra pública el inversionista se frena automáticamente, esto porque son malas señales y no son momentos oportunos para invertir.

Al respecto, con este intento de frenar el ritmo que llevaba la inversión estatal en infraestructura y obras públicas, por supuesto que le preocupa a la iniciativa privada de la construcción y al gremio de arquitectos e ingenieros.

“Si la iniciativa privada ya estaba frenando por efectos de la violencia en Culiacán, la expectativa es que lejos de postergarse se cancele o se aplacen los proyectos, dejando a todos los participantes de la construcción con pocas posibilidades de trabajo, por lo menos el próximo año”, advirtió.

La obra social con sentido social debe diversificarse

El arquitecto también opinó sobre una de las banderas del gobierno de Rubén Rocha Moya, las denominadas obras con sentido social. Opinó que estas deberían direccionar algunos recursos para inversión productiva y tener un efecto multiplicador en la economía.

“Las obras con sentido social no dejan de ser obras que el sector de la construcción participa de una manera sectorizada. Solo unos cuantos están participando y el efecto multiplicador sigue siendo el gran ausente. Se debería de direccionarse parte de la inversión también en ese sentido”, apuntó.

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