Culiacán, Sin.- A raíz del último informe laboral del IMSS, la Secretaría de Economía de Sinaloa celebró la creación de 2 mil 431 nuevos puestos de trabajo formal de enero de 2024 a enero de 2025. Sin embargo, el crecimiento es de apenas 0.4% a tasa anual, superado por la ya de por sí raquítica variación al alza de 0.8% a nivel nacional en el mismo periodo.

Este sería el tercer enero consecutivo en el que Sinaloa queda por debajo de la media nacional en generación de empleo formal, en una racha que no se había visto desde hace, por lo menos, 11 años.

Sinaloa no ha recuperado sus niveles de generación de empleo prepandemia

 

 

Entre 2015 y 2019, el empleo en Sinaloa creció a un ritmo promedio anual de 4.98%, considerando las tasas de crecimiento de enero a enero de cada año. Sin embargo, en los cinco años posteriores a la pandemia, el crecimiento promedio anual se redujo significativamente, a apenas 1.06%.

Si bien la tendencia en todo el país ha ido a la baja, en el caso sinaloense se puede apreciar una caída incluso más pronunciada en el indicador.

Uno de los principales factores que incide en la debilidad de la generación de empleo formal es la falta de políticas públicas que promuevan el desarrollo económico y la capacidad de innovación de los sectores productivos, señaló Jorge Ibarra, columnista y académico de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la UAS, para Revista Espejo.

“Mientras Sinaloa tenga un pobre desempeño económico, se le va a dificultar tener oportunidades laborales […] No hay con claridad, en el Gobierno del Estado, una política de fomento al desarrollo que nos ayude a impulsar sectores clave, que sean el arrastre para el desarrollo económico y la creación de nuevos empleos mejor pagados”, expresó el académico.

 

De acuerdo con Ibarra, es necesario que universidades, empresas y gobierno decidan cuál será la vocación que se necesita construir para Sinaloa y, con base en ello, ubicar las necesidades de infraestructura y mano de obra que detonen el crecimiento.

La sequía, un problema que agrava la crisis

 

Por otro lado, la sequía, que viene azotando al campo por dos ciclos agrícolas consecutivos, reduce la cantidad de superficie sembrada y, por tanto, la demanda de mano de obra para su cosecha. En el caso del maíz, uno de los cultivos más importantes para los productores sinaloenses, la superficie sembrada en este ciclo se desplomó en 83% respecto a la temporada pasada, según el Centro de Estudios para el Cambio del Campo Mexicano.

Cabe destacar que, en 2024, Sinaloa registró por segunda vez una disminución en el número de empleos entre el inicio y el cierre del año. La única vez en que se había registrado una contracción de este tipo fue en 2020.

¿Por qué los empleos formales importan?

 

Un trabajador formal se encuentra amparado por la Ley Federal de Trabajo, por lo que se le deben una serie de garantías que le proveen de mayor seguridad y estabilidad a él y su familia. El sector formal también se caracteriza por, generalmente, ofrecer mejores oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional.

“El empleo formal otorga a los individuos mayor certeza sobre su situación laboral – al contar con seguridad social y prestaciones de ley- y está correlacionado con niveles más altos de productividad” se indicó en el observatorio económico México ¿Cómo Vamos?

 

De acuerdo con Rosa Aguilar Carvajal, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Sinaloa, la formalización del empleo reporta beneficios para la recaudación tributaria, al aumentar la base fiscal y los ingresos por impuestos. También encuentra que puede beneficiarse a los empleadores, impulsando la innovación, adopción de tecnología y el acceso a financiamiento.

“Un mercado laboral formal sólido brinda confianza a inversionistas, facilitando la atracción de capital tanto nacional como extranjero. Esto es clave para sectores con potencial exportador, alineados con la logística del comercio internacional”, explicó.

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