Culiacán, Sinaloa.- “Yo lloraba así muy muy feo y luego yo le decía, ‘No, es que yo doy amor por los dos, no me importa que tú no me quieras tanto, yo te puedo querer a ti y no me importa si no me quieres’”, así lo cuenta una joven de 18 años, quien creyó haber encontrado al hombre de su vida, su amor verdadero, el que fantaseaba desde pequeña.

Esta joven creció pensando que al llegar a ese punto tendría que sacrificarse y darlo todo para que se quedara a su lado. De eso trata el amor romántico, un concepto que se refleja usualmente en canciones de amor y desamor o en películas de romance, así lo explican especialistas.

“El modelo de amor idealizado y cargado de estereotipos que aprisionan, la simplicidad de los estereotipos de género invisibiliza la amplia gama de modos de ser, de estar y de relacionarse que existen para hombres, mujeres y gente transgénero”, señaló Coral Herrera Gómez en el documento “mitos del amor romántico”.

En ese mismo documento indicó que en un contexto real el idealizar al amor romántico puede provocar la normalización de actitudes violentas y tóxicas dentro de una relación, disfrazándose como actos de amor verdadero y fomentando que cualquier situación puede ser resuelta con amor, incluso el maltrato.

Los mitos del amor romántico que Coral destaca son:

  • El amor lo puede todo
  • El amor es para siempre
  • Los que más se pelean son los que más se desean
  • Los celos son una prueba de amor
  • Las mujeres nacimos para esperar
  • Estamos completos cuando encontramos a nuestra “media naranja”
  • El amor transforma a las personas violentas en pacíficas

Ejemplos del amor romántico en el cine

Una de los clásicos animados más populares es el de La Sirenita; una sirena que se enamora de un humano y que lucha por tener su amor, por luchar nos referimos a abandonar su mundo y sacrificarlo todo para estar a su lado: perdiendo su voz, aleta, familia, posición social, etc. Todo para encajar en la vida de un hombre que solo miró una vez en su vida. sembrando el mito sobre que en el amor se debe de sufrir.

En un ejemplo más contemporáneo tenemos la historia que se narra en la película After: dónde los protagonistas se sumergen en un ciclo de violencia, manipulación y dependencia. Ella tomando el rol pasivo y aceptando el reto de resolver los problemas de irá del protagonista masculino con sus actos de amor, este por su lado vive en una constante desconfianza hacia su pareja, ataques de celos y comportándose de forma agresiva con todos los hombres de su círculo. Durante el transcurso de la historia los vemos terminar por los defectos del otro pero siempre vuelven a buscarse. Continuando con la fantasía del amor doloroso y sumando más comportamientos peligrosos dramatizados por el cine.

Algunos de los problemas del amor romántico

En palabras de la psicóloga sinaloense Angie Arellano, estos mitos refuerzan dinámicas de poder desiguales y normalizan comportamientos en nombre del “amor verdadero”; justifica las relaciones posesivas o dañinas y perpetúa  ideas que pueden promover la violencia de género, que por estadísticas, la principal víctima es la mujer.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del 2021 señaló que en el estado de Sinaloa, de las mujeres de 15 años y más que han tenido una relación de pareja, 37.2% han sido violentadas a lo largo de la relación actual o última.

“Nos dicen lo de la princesita, desde niñas, se nos asigna más eso, ¿Cómo nos afecta más? Porque nosotras somos las que tenemos que en nombre del amor soportar vínculos de malos tratos”, explicó  la psicóloga Angie Arellano.

MITO: Los celos son una muestra de amor

Algunos de los malos tratos que mencionó Arellano son comportamientos controladores y posesivos: los celos, son justificados dentro de la ideología romántica como una prueba de amor. Frases como “me cela porque me quiere” o “me pongo celoso porque te amo” excusa acciones como exigir explicaciones constantes, prohibir salir con amigos o cambiar la forma de vestir de tu pareja, haciéndolas pasar por hábitos comunes dentro de una relación.

La visión romántica de los celos refuerza ideas como que el amor debe de doler o ser sufrido, además puede ser el inicio de un ciclo de chantaje emocional y la pérdida de autonomía.

Un ejemplo es el caso de Sofía, una mujer de 21 años, quien estuvo en un ambiente de manipulación y control durante su última relación creyendo que era la forma en que su ex pareja expresaba su amor, asegurando la pérdida de amistades y cambios en su forma de vestir ocasionados por la presión que su pareja le hacía sentir.

“Siempre me expresaba que mis amigos no tenían buenas intenciones conmigo y que era mejor alejarme por mi bien, yo creía que él como mi novio pues quería lo mejor para mí”, dijo Sofía.

MITO: Estamos completos cuando encontramos a nuestra “media naranja”

En palabras de Angie, el amor siempre fue escrito de una manera casi imposible e irreal, constantes metáforas que embellecen el significado de estar enamorado como el de encontrar una persona que fue hecha únicamente para nosotros, nuestra “media naranja”.

El mito de la media naranja, mencionado por Platón en uno de sus escritos, se ha mantenido vivo hasta la actualidad gracias a ser uno de los  estereotipos más frecuentes dentro de la ficción romántica, y también a redes sociales como Tik Tok e instagram bajo el término “Soulmates” o  Almas gemelas, manteniéndose dentro del imaginario colectivo.

La maestra en Psicología Verceli Melina Flores en su escrito “Mecanismos en la construcción del amor romántico” explica que este mito promueve la idea de solo estar completo cuando se está en pareja. 

Melina habla que perseguir esta fantasía provoca una exagerada cantidad de factores negativos: dependencia emocional, desgaste emocional, idealización de la pareja, tolerancia a malos tratos, entre otros. Todo con una creencia ciega en que el amor verdadero solo ocurre una vez y la ruptura de una relación es el fin de cualquier oportunidad de ser feliz.

Alicia,  una estudiante de 21 años, es un ejemplo de este mito, al sufrir una ruptura amorosa que, según explica,  perjudicó su autoestima y asentó una pensamiento negativo dentro de ella sobre no poder volver a enamorarse.

“Yo lo quería y lo quería a él, me sentí así como muy sola, muy perdida si él no estaba. Yo sentía que ya jamás en mi vida, no, no, yo nunca voy a volver a amar. Tal vez porque nunca había sentido todas esas emociones tan bonitas por alguien y yo creía que solo él me haría sentir eso”, indicó la psicóloga.

MITO: Las mujeres nacimos para esperar

La forma en cómo llegamos a medir el éxito de las mujeres y los hombres también tiene un contexto romántico: mientras que el éxito del hombre se ve reflejado a través de sus logros y bienes, el de la mujer se basa en estar en una relación, casarse y formar una familia, ya que en el romanticismo el matrimonio se concibe cómo la máxima representación del amor.

“Y es que también las sociedades eso lo construye. Puedes cumplir con todas las expectativas económicas que te dicen que vas a lograr cuando te gradúas. tienes casa, auto, eres autosuficiente, y al final es:  qué bien, hija, ¿y el novio cuándo? ¿O el marido? Y eso que Ay, pobrecita, no tiene a nadie a su lado.”, explicó la psicóloga Angie Arellano.

Este mito crea estigmatización que se relaciona con el concepto de honor femenino, vinculado a la castidad y pureza, generando que se reprima la sexualidad en las mujeres, y a quienes deciden vivir su sexualidad de manera activa se les condena . Fomentando que parte de lo romántico en el matrimonio es llegar “pura” al altar.

Lo que Estefanía experimentó se relaciona con este caso, durante su adolescencia sufrió burlas y humillaciones a causa de un rumor sobre su vida sexual, rumor esparcido por su pareja en ese tiempo, en sus palabras está situación le detonó problemas de confianza con su físico y el relacionarse con las personas.

“Por un error todos creían que me había acostado con él, a mí me traían en boca de todos, decían que era una fácil, que era esto y muchos adjetivos malos. Sus amigos se burlan de mí, la mayoría del equipo se burlaba de mí por esa situación, él también se burlaba de mí”,  narró Estefanía, de 24 años.

Arellano afirmó que el amor romántico es una construcción social que determina el cómo un hombre o una mujer deben de ser o actuar dentro de una relación.

Por ejemplo, las mujeres son representadas como seres más afectivos, el cariño y el cuidado forman parte de su vida, y las relaciones amorosas parecen ser más importantes para ellas, su estado amoroso es el reflejo de su éxito, y teniendo esto en mente, la pérdida del amor se convierte en un motivo de sufrimiento y fracaso, por esta razón muchas veces se toleran malos tratos y se aferran a una relación tóxica por el miedo a estar solas.

Mientras que a los hombres se les determina como los proveedores, seres protectores representados por príncipes o caballeros que se enfrentan al mal para rescatar a su amada. Coral Herrera planteó que a través del amor romántico se crea un  modelo de masculinidad tóxica en donde se les enseña a guardar sus emociones para no ser considerados débiles o menos capaces para cargar con el peso de una familia, de igual forma las muestras de afecto hacia su pareja son motivo de burla causada por la creencia de que el hombre debe de ser distante a las manifestaciones afectivas.

De acuerdo con las especialistas, la imagen romántica que se ha construido del amor provoca la idealización de la violencia dentro de las relaciones sentimentales. Aspirar a una relación en el que se manifiestan celos, burlas, tratos desequilibrados y posesivos como parte del romance puede ser un “caldo de cultivo” para que se manifiesten maltratos y conductas peligrosas que podrían terminar en lesiones físicas, psicológicas y otras expresiones más graves de violencia.