Ciudad de México.- La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos muestra que México no es su aliado, sino uno de sus dos vecinos más cercanos a quien ha buscado imponer sus intereses, en distintas ocasiones, pero siempre por razones geopolíticas. De hecho, el panorama actual, en el cual incluso Canadá buscó que toda la atención de Donald Trump se centrara en México, muestra que esta nación no pertenece al bloque de Norteamérica como a ningún otro, por lo que se debe optar por mantener una independencia relativa y la diversificación, plantearon analistas consultados.

“Estamos un poco a nuestras propias fuerzas. No es la primera vez y tendremos que aprender a vivir de esa manera. Mantener nuestra independencia relativa y no volvernos a creer que ahora sí ya Estados Unidos nos acepta como iguales y ya la hicimos. No, no es no es posible, es un un baño de realidad, de agua fría que se nos vino encima y tenemos que sacar una serie de lecciones de esto. La geopolítica nos hace vecinos de una de la potencia más grande del mundo en este momento y está al frente un personaje arbitrario, impredecible y que le gusta eh humillar a los pequeños que tiene alrededor”, expuso en entrevista el profesor emérito del Colegio de México, Lorenzo Meyer.

El doctor Meyer indicó que “más nos vale saber que no pertenecemos a ningún bloque y que debemos de funcionar en la medida en que se pueda como país independiente” y particularmente entender que a la par que no pertenecemos a ese bloque de EU y Canadá también “estamos muy lejos de América Latina”, donde Brasil es el domina desde el siglo XIX. “Ahí también se hizo una especie de división de dos polos. Por un lado Estados Unidos en la América del Norte y por otro lado Brasil en la América del Sur, y nosotros no encajamos muy bien, aunque en espíritu sí queremos ser y seguir siendo latinoamericanos. Pero el espíritu es una cosa y la realidad es otra”.

El economista y analista político Mario Campa expuso a su vez que “México no tiene una posición sencilla en términos de definirse en relación al resto del mundo, por geografía desafortunadamente nos toca lidiar sí o sí con los Estados Unidos”.

“Lo que sí es que a partir de de una estrategia más agresiva de diversificar socios económicos y además un impulso marcado al al mercado interno se puede volver a restar dependencia de los Estados Unidos”, comentó.

La economía de América del Norte ha entrado en una nueva fase. Al entrar en vigor los aranceles del Presidente Trump a las importaciones de México y Canadá se pone fin a décadas de libre comercio entre los tres países y podrían afectar a industrias enteras. Si los aranceles permanecen en vigor, tienen el potencial de reconfigurar profundamente las relaciones entre Estados Unidos y dos de sus principales socios comerciales, revirtiendo abruptamente el proyecto de décadas de Estados Unidos de expandir el libre comercio con sus aliados. Los tres países habían estado operando bajo un acuerdo de libre comercio revisado que Trump negoció durante su primer mandato, el cual ahora ha desconocido.

Al respecto, Lorenzo Meyer indicó que siempre queda la distancia entre México y Estados Unidos. “Y ahora llegamos a un momento en que el Tratado de Libre Comercio, ahora es T-MEC, se va a negociar el año entrante, a renegociar con Trump, pero ya su espíritu quedó muerto”.

“La idea de que todos en América del Norte juntos podemos ser un gran bloque económico, pues no. Entre las naciones no hay igualdad por más que Naciones Unidas o todas las organizaciones formales digan, ‘Todas las naciones son iguales’. Pues no. Es un mundo muy brutal, el mundo internacional es el de las grandes potencias dominan a las medianas y a las chicas y no hay piedad en ese mundo internacional”, planteó Meyer.

Mario Campa indicó a su vez que hay economías que no dependen tanto del comercio internacional y en ese sentido puso de ejemplo a Estados Unidos: “Si suman las exportaciones y las importaciones de Estados Unidos no superan el 30 por ciento de su producto interno bruto”.

Campa indicó que en el camino de la diversificación una vía que se podría ahondar es qué tan factible es entrar a los BRICS o asociarnos a China sin un tratado libre comercio. “Puede ser una estrategia a largo plazo, el único problema es que de corto te complica la negociación con Estados Unidos, ya ves que Donald Trump incluso amenazó a los BRICS con que si creaban un retador al dólar, pues si les iba a poner aranceles del 100 por ciento, nada nada impide que si México da muestras de acercamiento a China, pues Donald Trump regrese con las amenazas de de aranceles e incluso otras otras amenazas no arancelarias”.

Lorenzo Meyer coincidió que en la ruta de diversificarnos incluso “hay que pensarle que Asia también puede ser una forma de aligerar nuestra dependencia frente a Estados Unidos. No sin peligros, porque sí tiene sus peligros. Pero bueno, ante la dura realidad, no dejemos de pensar en Asia”.

Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), planteó que estamos viviendo una confrontación de Estados Unidos y China “que nos va a sobrevivir a todos, a los más jóvenes, a los menos jóvenes, etcétera y eso implica que entonces países como México, pero también Vietnam, Alemania y Paraguay, que no tiene siquiera relaciones diplomáticas con China, eso lo que significa es que México requiere de una agenda estratégica con Estados Unidos”.

“Eso no está en cuestión, con aranceles, sin aranceles, Estados Unidos seguirá siendo el punto referencia por la geografía y por siglos de relaciones, eso no está en cuestión, pero es Estados Unidos y China, no o China. Entonces requerimos una estrategia con Estados Unidos y con China”.