Culiacán, Sinaloa.- Mara Naeyky Manjarrez es una artesana cartonera de la ciudad de Culiacán, quien por más de 20 años se ha dedicado a la creación de figuras artesanales a base de papel y creatividad.

La cartonería, en sus palabras, es uno de los oficios más antiguos; el de la transformación y manipulación del papel: papel picado, papel maché, piñatas, etc. La materia prima del cartonero es el papel.

Aunque no viene de un linaje de artesanos, inició en el mundo de las manualidades desde muy pequeña con la elaboración de títeres de papel en talleres que impartía su maestro, el titiritero Pedro Carrión.

Después asistió a cursos de elaboración de piñatas de la Difocur y fue ahí cuando tuvo contacto con el papel y el engrudo, quedando fascinada con las múltiples formas en las que una hoja de papel podría transformarse.

A los 22 años comienza a consolidarse en la búsqueda de nuevas técnicas, ya tenía un estilo distintivo en su trabajo, la elaboración de piezas con pasta de papel, un material que está compuesto por varios ingredientes, entre ellos el más esencial es la pulpa de papel; una mezcla entre este material con agua. Una técnica que junto con el tradicional empapelado y encintado le daba un plus a sus obras.

Alebrijes Sinaloenses.

Una de sus más grandes pasiones es crear alebrijes, tanto que le dedicó toda una colección a sus alebrijes inspirados en la cultura sinaloense, esto después de haber recibido comentarios cuestionando razón de los alebrijes durante su primera exposición, ya que Sinaloa no era un productor nacional de alebrijes.

Alebrije hecho por Mara. le tomo 2 meses terminarlo

“No hay nada que me impida crear alebrijes. El alebrije es una artesanía de México para el mundo. Entonces dije, ‘Bueno, pues voy a hacer alebrijes de Sinaloa.’ Tengo una colección que es 100% inspirada en Sinaloa. Todas mis piezas, tanto cuadros como esculturas siempre son alebrijes por que esa es mi pasión” Así lo comenta ella.

Trabajos que publica en su pagina de Facebook

Ella narra que al hacer alebrijes siente que solo son: ella, su creatividad y el papel. Puesto que al ser un animal mítico y fantástico no hay reglas que deba de seguir, solo soltar su imaginación e ir creando al animal.

“Digamos que me habla el papel. Cuando lo tengo en las manos no hay bocetos previos que es algo que también me encanta del alebrije, no lo puedes bocetear. O sea, lo vas pensando y lo vas produciendo”

Los artesanos, el ADN de la cultura sinaloense.

Al preguntarle cuál era la parte más linda de ser artesano, Mara contestó sin pensarlo que es lo que ella le llama su familia artesanal puesto que se puede aprender de todos sus compañeros a través de sus obras y técnicas, cada pieza realizada por las manos de un artesano lleva un poco de su vida y de su cultura.

“El poder compartir, el poder conocer técnicas, el poder darte cuenta que hay gente que está creando y está trabajando en pro a que esto no se pierda, eso me motiva”

Reconoce que existe una falta de cultura y reconocimiento al trabajo de los artesanos y las artesanías que son producidas en Sinaloa; recuerda que en una ocasión recibió un comentario cuando mencionó su oficio “Ni siquiera sabíamos que Sinaloa produce artesanías”. Teoriza que es por una inclinación de las personas por los productos extranjeros.

“Sí hay un problema en el sentido de que la gente se está yendo a consumir cosas que vienen de fuera, pero ese consumo siento que no es cultural (…) Siempre voy a abogar por el consumo local porque lo que compras aquí se queda aquí.”

Según Mara a través de las artesanías conocemos nuestras raíces, de donde salimos y qué historia contamos, y es por eso que considera que pertenecen al ADN de la cultura

“Entonces, sí creo que la sociedad debería de conocer un poco más y acercarse un poco más al sector artesanal. Pues al final de cuentas es conocer su ADN.”

 

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