Sinaloa vive actualmente una profunda crisis hídrica debido a la falta de precipitaciones y al manejo inadecuado de este recurso esencial, lo que pone en peligro todos los sectores económicos, en particular la agricultura. A lo largo de 2024, la agricultura mantuvo un papel fundamental en la economía laboral de Sinaloa. Según lo informado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), durante el cuarto trimestre de 2024, las actividades primarias que abarcan la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca emplearon a 187 mil personas, lo que constituye el 12.9% de la población empleada de Sinaloa.
Es crucial tener en cuenta que la agricultura sigue siendo un sector vital para la generación de empleo; sin embargo, se observó una disminución en la fuerza laboral dedicada a las actividades primarias. En el cuarto trimestre de 2023, este sector empleó a 209 mil personas, lo que revela una contracción de 22 mil puestos de trabajo en comparación con el período equivalente de 2024.
A pesar de esta caída del empleo agrícola, el sector mostró un crecimiento significativo en los indicadores de producción. En el primer trimestre de 2024, las actividades primarias del estado registraron un aumento anual del 31.1%, impulsado principalmente por la agricultura, lo que posicionó al estado a la vanguardia nacional en este sector.
Estas estadísticas subrayan la importancia actual de la agricultura en la economía laboral de Sinaloa y, al mismo tiempo, destacan los desafíos laborales que pueden requerir una intervención estratégica para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento equitativo del sector, que actualmente se encuentra amenazado.
En Sinaloa, la crisis del agua se intensificó notablemente al final del primer trimestre de 2025. Según el último informe de la Agencia de la Cuenca del Pacífico Norte, los principales embalses del estado contienen actualmente solo 2,418.3 millones de metros cúbicos de agua, lo que corresponde a tan solo el 14% de su capacidad total de conservación. Los principales embalses de riego que son fundamentales para las actividades agrícolas, como Luis Donaldo Colosio (Huites), Adolfo López Mateos (El Varejonal) y José López Portillo (El Comedero), tienen niveles de almacenamiento alarmantemente bajos, que oscilan entre el 3% y el 9% de su capacidad utilizable. Esta situación pone en peligro la producción agrícola de Sinaloa y exige una respuesta inmediata tanto de las autoridades gubernamentales como del sector productivo. A la luz de un escenario caracterizado por una escasez prolongada, es imperativo reevaluar el paradigma de la gestión del agua, abogando por la adopción de tecnologías eficientes y la diversificación de las fuentes de agua.
Sinaloa posee un potencial considerable para diversificar su base económica más allá de los límites del sector agrícola. El turismo costero, particularmente especialmente en regiones como Mazatlán, presenta oportunidades para el desarrollo de infraestructura, la creación de empleo y la atracción de inversiones. La industria de procesamiento agrícola, que abarca la producción de alimentos enlatados y congelados, podría facilitar la adición de valor a los productos agrícolas y extender su cadena de producción. Además, las regiones áridas del estado ofrecen un entorno óptimo para la promoción de iniciativas de energía renovable, en particular la energía solar, capaz de abastecer de manera sostenible tanto al sector industrial como a las comunidades rurales.
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