Culiacán, Sin.- Luego del hallazgo del cuerpo sin vida y con signos de tortura de Vivian Karely Aispuro, de 26 años, en el fraccionamiento Villa Fontana el pasado lunes 7 de abril, colectivos feministas y diputadas locales alzaron la voz para exigir justicia. La joven había sido reportada como desaparecida desde el 22 de marzo.

El colectivo Amapas del Norte emitió un pronunciamiento en el que aseguró que solo la familia y las colectivas estuvieron activamente buscando a Vivian. Encontrarla envuelta en una cobija, en avanzado estado de descomposición y con huellas de violencia extrema, no puede ser minimizado bajo la figura de “homicidio”, señalaron.

“El dolor, el coraje, la frustración y la impotencia nos quema en lo más profundo del alma, pues justo a un mes del 8M recibimos la noticia del feminicidio de una mujer cuyo nombre nunca dejaremos de gritar. Nos unimos a las personas cercanas a Vivian en su lucha, alzando más alto que nunca el nombre de Vivian Karely Aispuro”, expresó el colectivo en su comunicado.

Las activistas exigieron a la Fiscalía General del Estado, al Gobierno del Estado y a todas las autoridades involucradas que, si no pudieron proteger a Vivian en vida, al menos garanticen justicia tras su feminicidio.

“Vivian tenía toda una vida por delante. Exigimos que su caso no quede impune, que se investigue a fondo y se castigue a los responsables en un proceso libre de corrupción y sin revictimización”, reclamaron.

Por su parte, la diputada del PRI, Irma Guadalupe Moreno Ovalles, se sumó al llamado y denunció la normalización de la violencia contra las mujeres, subrayando que actividades tan cotidianas como salir a una fiesta no deberían representar un riesgo de muerte.

“Salir a divertirse debería ser lo más normal, porque somos mujeres, somos jóvenes y tenemos derecho al libre esparcimiento, a caminar tranquilas por las calles. Pero no está sucediendo. El otro día vi una patrulla rosa y pensé: ‘¿ya me siento segura?’ ¡Claro que no! Es doloroso”, expresó con indignación.

Moreno Ovalles también criticó los discursos oficiales que minimizan los hechos y las campañas institucionales que, aunque usan colores y frases para crear conciencia, no se traducen en acciones eficaces ni en garantías reales para las mujeres.

“Dicen que todas llegaron, pero Vivian no llegó. Podemos tener mil leyes y campañas, pero si no se aplican, no sirven. Las mujeres seguimos desprotegidas”, sentenció.

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