Culiacán, Sinaloa.— Mientras que algunos sectores celebraron las recientes elecciones en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) como un avance democrático, el académico e investigador Arturo Santamaría Gómez ofreció una visión completamente opuesta. En entrevista para ESPEJO, calificó el proceso electoral del pasado miércoles 9 de abril como una “farsa perfectamente montada” por el grupo que actualmente dirige la institución.

El también exdirector de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS en Mazatlán reconoció que la reforma a la Ley Orgánica representó un paso inicial hacia la democratización universitaria. Sin embargo, denunció que el proceso fue desvirtuado por quienes ostentan el poder al interior de la Casa Rosalina, al convertirlo en un acto carente de secrecía, lleno de denostaciones y ajeno a cualquier espíritu democrático.

“La legislación fue un paso, pero el primer ejercicio de la nueva Ley Orgánica fue una farsa perfectamente montada por quienes conducen la universidad actualmente. Es una desgracia. No podemos encontrar otra palabra para describir cómo se maleduca a estudiantes y maestros en una incivilidad cívica absolutamente antidemocrática y bufonesca”, expresó

El también escritor expresó que si bien la reforma a la Ley Orgánica fue un paso importante, la forma en que se ejecutó este primer ejercicio electoral terminó por traicionar su espíritu. A su juicio, se trató de un proceso carente de transparencia, marcado por descalificaciones y prácticas antidemocráticas que contradicen los valores que una universidad pública debería promover.

“En ninguna universidad del mundo debería haber una simulación de este tipo. No puede traicionarse el espíritu de una institución que forma ciudadanos, fingiendo un ejercicio democrático que en realidad es todo lo contrario”, expresó Santamaría Gómez.

Desde su perspectiva, este ejercicio no solo representa una oportunidad perdida para renovar la vida institucional de la UAS, sino que también deja un mensaje equivocado a las nuevas generaciones de estudiantes y docentes. En lugar de educar en valores cívicos, señaló, se normaliza la simulación como forma de alcanzar cargos de poder.

Santamaría lamentó que, en un momento en que Sinaloa enfrenta una crisis profunda por la violencia y la descomposición social, la universidad, que debería ser un espacio clave en la formación de ciudadanos críticos, reproduzca prácticas alejadas de la ética y el compromiso social. Consideró que lo ocurrido es especialmente grave por el papel estratégico que la institución juega en la vida pública del estado.

“Lo que pasa es que ellos controlan todo, esto es absurdo, es grotesco. Es una burla a la decencia, a la moral, a la ética y a los principios, y que eso suceda en una universidad es lo más lamentable y no exagero nada. Se desaprovechó la oportunidad de hacer las cosas bien, vamos a ver si más adelante, se hace lo correcto”, precisó el maestro.

Santamaría advirtió que mientras el mismo grupo continúe operando al interior de la universidad, será difícil que los procesos posteriores, como la elección de directores de facultades, se conduzcan de manera transparente y conforme a la ley. “Vamos a ver si más adelante se hace lo correcto, pero mientras se sigan buscando formas de burlar la Ley Orgánica, estos vicios seguirán dañando a la universidad y a sus estudiantes”, concluyó.

 

MÁS INFORMACIÓN SOBRE LAS ELECCIONES DE LA UAS: