Vaticano.- El papa es la máxima autoridad de la Iglesia católica y el líder espiritual de más de mil 400 millones de fieles católicos, por lo que hay una serie de procedimientos para elegir a un nuevo pontífice.
Primero se reconoce la ‘sede vacante’
Al periodo de tiempo entre que un papa muere o dimite y se selecciona a uno nuevo se le llama sede vacante. En caso de la muerte de un papa este tiempo es utilizado por el jefe de gabinete o camarlengo para realizar los preparativos funerarios, mientras la Iglesia católica se reorganiza.
Durante este periodo, los dirigentes que conforman los organismos del Vaticano —incluidos los cardenales— suspenden temporalmente sus puestos para conformar el Colegio Cardenalicio. El objetivo es realizar una junta llamada “cónclave”, en la que se define quién será el nuevo papa.
¿Cómo funciona el cónclave?
Todos los miembros del Colegio Cardenalicio —a excepción de aquellos que estén enfermos o superen el límite de edad de 80 años— están obligados a asistir al proceso de cónclave. Al momento de la votación todos los integrantes del Colegio tienen dos funciones: son candidatos y a su vez son electores del próximo papa.
Actualmente hay más de 252 cardenales, pero únicamente 137 son los electores que serían parte de la votación.
El cónclave papal toma lugar entre 15 y 20 días después de la salida del último papa, con la finalidad de que todos los cardenales que deban participar tengan el tiempo suficiente para viajar hasta el Vaticano.
La selección de un papa puede tardar más de tres días
Durante el cónclave los cardenales permanecen encerrados en la Capilla Sixtina hasta que se elige a un nuevo papa, el cual debe ser seleccionado con una mayoría de dos tercios.
Su reunión inicial es de un día y durante esas 24 horas pueden votar hasta en cuatro ocasiones. Pero, si no hay una selección, el mismo proceso puede prolongarse por días. Por ejemplo, en el caso del papa Francisco, su selección ocurrió a inicios del segundo día de votación.
Para notificar sobre la votación a los fieles que permanecen fuera del Vaticano, los integrantes del Colegio queman sus boletas en una estufa especialmente preparada, a la que se le añaden químicos que generan un humo negro. Conocido como “fumata negra”, este color indica que todavía no hay papa elegido y se debe continuar en más procesos de votación.
El cónclave establece que si después de tres días no hay un nuevo papa, en el cuarto día se tendrá un receso para que los cardenales hagan oración y contemplación.
Este proceso de cuatros días puede repetirse en un total de siete veces. Es decir, una selección papal podría tardar casi un mes. Una vez que pasen los siete ciclos de intento, entonces habría una segunda vuelta de votaciones únicamente entre los dos cardenales que han recibido más votos.
Al haber un seleccionado, el decano del colegio cardenalicio le pregunta al elegido si acepta el cargo y qué nombre tomará como papa. Mientras, a las afueras de la Capilla, el humo que se desprende es blanco, anunciando que hay un nuevo papa.
Al aceptar, el nuevo pontífice se viste con una sotana blanca y se dirige al balcón de la basílica de San Pedro, donde un cardenal proclama en latín Habemus apam, que significa: “Tenemos un papa”.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.