Navolato, Sinaloa. – Navolato está lleno de cuerpos de agua: ríos, canales de riego, drenes agrícolas, esteros y lagunas costeras. Todo esto es ideal para servir como hábitat para los cocodrilos, sobre todo para el cocodrilo de río, lo que ha hecho que el navolatense conviva de manera cercana con estos animales.

Navolato no tiene una mascota oficial, pero si la tuviera, posiblemente uno de los candidatos populares sería un cocodrilo. Sus vecinos silenciosos. Aquí algunas historias que reflejan esta cercanía.

Cocodrilo en motocicleta

Uno de los momentos más notorios fue en 2020, cuando en las redes sociales se viralizó un video donde se aprecia a un grupo de jóvenes transportando a un cocodrilo en una motocicleta. El reptil había sido previamente capturado por los muchachos en el estero de Las Aguamitas, Navolato.

La imagen de uno de los menores montando al cocodrilo mientras conducía la moto generó distintas reacciones en redes: a algunos les resultaba gracioso lo poco creíble y extraño del hecho, mientras que otros se mostraron molestos por la forma en la que se trató al animal.

Las autoridades locales investigaron el incidente y la identidad de los involucrados. El síndico de Bachimeto de ese año, José Abraham Pérez Zamudio, señaló que el cocodrilo ya estaba muerto al momento de ser sacado del agua, y se le categorizó como “una travesura”.

Devorador de mascotas

En agosto de 2022, en La Primavera, una comunidad de Navolato, vecinos empezaron a notar la desaparición de varios perros. Esta situación duró unos días; nadie daba razón del paradero de los canes. Muchos comentaban haber visto por última vez a los animales cerca del canal, por lo que se sospechó de la presencia de un cocodrilo.

Un grupo de residentes, hartos de perder mascotas y con el temor de que sus siguientes víctimas fueran humanas, decidió revisar los cuerpos de agua de la zona, descubriendo a un cocodrilo de más de tres metros de largo entre el lodo. La gente lo amarró con cuerdas y llamó a Protección Civil.

Algunos aseguran que ya se había comido al menos diez perros.

En el patio de una casa

El año pasado, en Toboloto, un cocodrilo salió de un drenaje cercano, quizá movido por las altas temperaturas y la escasez de agua, en busca de un nuevo hábitat. Pero en su paseo terminó en el patio de una familia de la comunidad, quienes, al percatarse de tener a un espécimen de más de cuatro metros en su propiedad, llamaron al numero de emergencia.

Elementos de Protección Civil acudieron al lugar y, haciendo uso de cuerdas, lograron capturar al reptil sin hacerle daño.

Posteriormente, el cocodrilo fue trasladado al zoológico de Culiacán para resguardarlo. Este tipo de incidentes, como los antes mencionados, han generado preocupación entre los habitantes, quienes temen por la seguridad de sus familias.

Bocadito y Bartolo

Entre las historias, podríamos mencionar a Bartolo y Bocadito, dos cocodrilos bautizados por los navolatenses debido a historias que los marcan. Mientras que una historia genera curiosidad, la otra provoca escalofríos.

Bartolo es el cocodrilo mascota de varias localidades; desde Limoncito hasta La Platanera, la leyenda de Bartolo ha recorrido todos esos lugares a través del drenaje que los conecta.

El origen del nombre no es del todo claro, pero la leyenda que resuena entre los lugareños cuenta que se le dio este nombre debido a un hombre mayor, muy conocido en Villa Ángel Flores, quien un día desapareció sin dejar rastro. Su desaparición se atribuyó al cocodrilo del drenaje.

“Como se comió al viejito que se llamaba Bartolo, por eso lo bautizaron y le pusieron el nombre de cocodrilo Bartolo. Porque dicen que se comió al viejito. (…) Todos los cocodrilos que están ahí en el dren se les llama Bartolito por eso. Supuestamente en aquel tiempo nada más había uno, pero ya creció la familia y a todos se les puso el nombre ‘El Bartolito’.” Dinora Montaño, residente de Villa Ángel Flores.

Por otro lado, Bocadito es una leyenda urbana de la laguna de Chiricahueto, un extenso pantano ubicado entre Eldorado y Navolato. Según relatos locales, en las aguas turbias habita un cocodrilo al que han apodado “El Bocadito”. El reptil es protagonista de historias que lo vinculan con la desaparición de personas, ya que, según los navolatenses, es usado por el crimen organizado, quienes arrojan cadáveres o personas vivas para borrar su rastro.

“Me acuerdo que me decían que a la gente mala se la llevaban para allá. Con eso me espantaban de chiquito, que me iban a tirar con el cocodrilo de la laguna.” recuerda riendo Juan Camacho, navolatense.

Aunque no existe un registro oficial de Bocadito, su nombre permanece en el imaginario colectivo del municipio azucarero, reflejando que los cocodrilos no solo están en su día a día, sino también en sus leyendas y mitos. Muestran un poco la dinámica del navolatense y su mayor vecino: el cocodrilo.

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