Ciudad del Vaticano.. Cuando un Papa muere o renuncia, el mundo católico vuelve su mirada al Vaticano, donde se celebra el cónclave, el proceso solemne y confidencial para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
Este rito milenario, cargado de simbolismo y tradición, está regulado por normas estrictas que garantizan la validez de la elección del nuevo pontífice.
El significado detrás del cónclave
El término cónclave proviene del latín cum clave, que significa “con llave”. Esta palabra alude al encierro literal de los cardenales en un espacio cerrado —la Capilla Sixtina— donde permanecen aislados del mundo exterior hasta que se alcanza un acuerdo sobre quién será el nuevo Papa.
El Vaticano explica que este aislamiento tiene un propósito: asegurar que los cardenales electores actúen con libertad, guiados por la oración y el discernimiento, sin presiones externas.
¿Cómo se lleva a cabo el cónclave?
El cónclave comienza con la misa “Pro Eligendo Pontifice”, en la Basílica de San Pedro, tras la cual los cardenales menores de 80 años se trasladan a la Capilla Sixtina. Ahí celebran votaciones secretas —hasta cuatro al día— hasta que uno de los candidatos obtenga al menos dos tercios de los votos.
Cada votación concluye con la quema de las papeletas en una estufa especial. Si no hay resultados, el humo que sale por la chimenea es negro. Cuando se elige al Papa, el humo es blanco, señal para los fieles de que “habemus papam”.
Actualmente, el grupo de cardenales con derecho a voto asciende a 133, representando a diversos continentes y culturas.
¿Quién puede ser elegido Papa?
Aunque cualquier varón bautizado podría ser elegido Papa, en la práctica todos los pontífices de los últimos siglos han sido cardenales. El elegido debe aceptar el cargo y elegir un nuevo nombre. Poco después, se presenta ante el mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
Las reglas del cónclave, según el Vaticano
El Vaticano ha publicado varios documentos oficiales que rigen el desarrollo del cónclave:
- Universi Dominici Gregis, promulgado en 1996 por Juan Pablo II, es la constitución apostólica que regula todos los aspectos de la elección papal.
Leer documento oficial - Normas Nonnullas, emitido por Benedicto XVI en 2013, introdujo reformas al proceso, como la posibilidad de adelantar el inicio del cónclave si todos los cardenales están presentes.
Leer documento oficial
Ambos textos están disponibles en el sitio web oficial de la Santa Sede: www.vatican.va
Un acto de fe y responsabilidad histórica
Más allá del protocolo, el cónclave es considerado por la Iglesia como un acto espiritual de profundo significado. En él se invoca la guía del Espíritu Santo para elegir al nuevo sucesor de San Pedro, quien deberá afrontar los retos de la Iglesia contemporánea: desde la crisis de abusos hasta el diálogo interreligioso, el cambio climático y la inteligencia artificial.
La próxima vez que veas humo blanco en el Vaticano, sabrás que el cónclave ha cumplido su misión: ofrecerle al mundo un nuevo Papa.
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