Este año, en medio de una crisis económica y de seguridad que hiere a la actividad comercial, los vendedores ambulantes del Centro de Culiacán tuvieron más sobrantes que otros años pese a la cautela con la que se manejaron a la hora de invertir en mercancía.

“Invertimos la mitad de lo que invertimos regularmente, pero las ventas estuvieron todavía más bajas, como por un 20 o 30 por ciento”, dice la Coordinadora del Bloque de Vendedores Ambulantes del Centro de Culiacán, Laura Quevedo.

 

Ropa, zapatos, accesorios, tazas, dulces y flores eternas, son algunos ejemplos de los regalos que se quedaron, explica la líder de los ambulantes.

Desde septiembre de 2024, mes en que estalla la crisis de seguridad en Sinaloa, los vendedores ambulantes junto con otros giros comerciales tanto formales como informales han reportado un desplome en sus ventas. Las últimas fechas clave como Navidad, San Valentín, el Día del Niño y, ahora también, el Día de las Madres, no representaron el impulso al comercio que en años anteriores significaban.

Es por la situación económica, no más”, dice Ramón quien ejerce el ambulantaje en el Primer Cuadro, al preguntarle a qué cree que se debe la desaceleración.

¿Qué pasa con la mercancía que no vendieron?

 

Por ejemplo, a Ramón, quien vende frente al Mercado de las Flores, se le quedaron más de 150 tazas de dulces que sacó a la venta para el día de las madres, después de haberlas ofertado toda la semana y haber rebajado su precio. Para él, se trata de un hecho insólito, pues en años anteriores las agotaba.

Las tazas las embodega para volver a ofrecerlas el próximo año, pero el dulce se pierde.

Roxanna, que vende en el centro desde los cuatro años, declara nunca haber vivido un día de las madres con tan pocas ventas. A ella se le quedaron ropa y accesorios para mujer, además de algunos dulces que reempaquetó para el día del maestro.

En el caso de la ropa, precisa que es más difícil ofertarlo en otra festividad, pues quienes reciben regalos en fechas como el día del estudiante son personas más jóvenes mientras los productos del día de las madres tienen características más señoriales. “Es moda diferente”, dice Roxanna.

Saulita vende arreglos de flores eternas, o flores de tela. Para este día de las madres, preparó apenas una cuarta parte de la mercancía que en otros años ofrecería. Aún así, comenta que se le quedó mucho producto sin vender. Con todo y la raquítica venta, la comerciante dice:

“Ya nos conformamos, porque no pensábamos vender nada”

 

Las flores eternas las guarda, explica, pues no se hecha a perder. Lamenta a los vendedores de flores naturales.

“Muchos compañeros de aquí tiraron muchas flores. Las florerías también tiraron mucha flor. No se les vendió. Yo había mirado otros años que no se les había quedado tanto, incluso desde que comenzó todo este movimiento se ha estado quedando, pero esta vez quedó mucho”, comenta.

 

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