“La memoria es como
una caja de circuitos.
Una pequeña chispa  provoca un
 trastorno descomunal”.
Juan Fernando Covarrubias

Por Anashely Elizondo / @Anashely_Elizondo (IG)

Nunca es sorpresa cuando un escritor tapatío o jalisciense resulta ser excepcionalmente bueno; Arreola, Yáñez y Rulfo nacieron en estas tierras, y aunque no se les atribuya a eso su talento, es demasiada casualidad que incluso en escritores contemporáneos nacidos en estos rumbos, la genialidad y goce por la escritura siga siendo un don casi milagroso. Tal es el caso del escritor Juan Fernando Covarrubias y su primera novela Nada que salvar.

La historia de esta novela gira en torno al personaje de Lino Waleski, quien emprende la búsqueda de una mujer en una ciudad (reconocida para todo aquel que la haya habitado) que se encuentra llena de desconcierto y anarquía (se presentan alteraciones en los tiempos de los semáforos, los nombres de las calles y las avenidas cambian constantemente). Éste es el escenario en donde Lino intentará ponerse a mano consigo mismo, con su pasado y su futuro, utilizando únicamente su memoria, un mapa y la compañía de un perro amarillo.

Cabe destacar que Nada que salvar es, sin lugar a dudas, una novela que requiere atención, tiene que ser leída cautelosamente –pienso yo– para no caer, ni ceder a la locura de Lino; para poder dejar a un lado su desesperación por el reencuentro; por conectar los rompecabezas y responder, con tinta indeleble, a las miles de preguntas sin respuesta. Sin embargo, esta misma empatía y curiosidad por el personaje y su ¿tragedia? te hace querer seguir leyendo, acompañándolo así en esta travesía sin rumbo, en el laberinto interminable de la memoria.

Foto: Iván Lara González

Para mí, una novela que exige ese compromiso, viviendo en un mundo tan acelerado, cambiante, de algoritmos y sin sentidos (parece que Lino no es el único que habita lo inhabitable), es como un alivio para el alma, un energizante para la mente y un bien necesario para quien se interne entre sus páginas.

Recomiendo esta novela a todo aquel que venera la memoria, los espacios y los recorridos sin rumbo; recomiendo estas páginas a quien busque perderse y encontrarse; amantes de la novela de misterio, pero tal vez, también, a los solitarios que deambulan por los recuerdos.

Juan Fernando Covarrubias obtuvo el Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez en 2014 y ha publicado los libros de cuento: La muerte compartida (2013), O Cirilo tal vez regresó (2022) y Loco por destruir (2024); y el libro de ensayo Las disputas entre la mosca y el hombre (2021).

Por ahora, Nada que salvar se puede encontrar a través de Amazon y mediante Libros Invisibles, casa editorial de la novela.

Foto: Iván Lara González