Excepto en los casos de Carlos Ontiveros Salas y Jorge Pérez Rubio, dos incondicionales que ocuparán las áreas jurídica y de construcción y mantenimiento, sí presenta rostros nuevos, atiende la partidad de género y es incluyente el equipo con el cual Jesús Madueña Mollina dirigirá la Universidad Autónoma de Sinaloa para el período 2025-2029.

El nuevo nombramiento que más sorprende, y deja buena impresión en lo concierniente a sumar a la disidencia interna, es el de Sergio Mario Arredondo como secretario de asuntos académicos, al tratarse del ex diputado que dio la batalla legislativa en el Congreso del Estado para que se aprobara la nueva Ley Orgánica de la UAS y se sostuvo en la exigencia de que Madueña y otros funcionarios pagaran ante la justicia por presuntos delitos contra las finanzas de la Universidad.

Otro aspecto de la conformación de la administración universitaria es la designación de Angélica María Cuén Díaz, directora de torres académicas que recibe un cargo no tan importante pero sí emblemático en cuanto a la protección de la familia del ex rector Héctor Melesio Cuén Díaz, asesinado mientras presuntamente asistía a la reunión entre los narcotraficantes Joaquín Guzmán López e Ismael Zambada García, de la cual “El Mayo” fue llevado a la fuerza a Estados Unidos donde está a disposición de la justicia.

De igual manera el rector Madueña atiende el principio de la ley interior que establece equidad de género en la integración del equipo de trabajo, sumando a nueve mujeres que según las capacidades y preparación que ofrezcan a la Universidad le darían un nuevo rostro y resultados a la casa de estudios.

Resulta prematuro asignarle al rector Madueña la disposición y condiciones para rescatar a la UAS de un largo período en que fue sometida al modelo de universidad partido y sus finanzas registraron manejos irregulares. Ha dado pasos significativos sin duda, pero en la UAS todavía acechan intereses ilegítimos que requieren ser desterrados.