No hubo sorpresa: Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable este viernes de cuatro cargos de narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego en Estados Unidos (EU).

La práctica de declararse culpable es muy común en Estados Unidos. El Departamento de Justicia pide penas más bajas cuando los criminales aceptan su culpabilidad. Esto evita juicios largos que no gustan a los fiscales. Además en el caso de Ovidio la decisión era previsible porque ya está acusado tanto en México como en Estados Unidos.

Durante la audiencia de cambio de declaración, presidida por la jueza federal de distrito Sharon Johnson Coleman, el también conocido como “El Ratón” o “Ratón Nuevo” aceptó su responsabilidad penal respecto a su papel como dirigente dentro del grupo criminal identificado por el Gobierno de Estados Unidos como Cártel de Sinaloa (CDS).

En total, Ovidio admitió su participación en cuatro cargos relacionados con narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego. Además, aceptó pagar 80 millones de dólares como parte del acuerdo.

Así, Guzmán López, de 35 años de edad, se convirtió así en el primer hijo de “El Chapo” en alcanzar un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia de EU.  Esto luego de que la diligencia judicial fuera pospuesta dos días, ya que originalmente había sid agendada para el 9 de julio de 2025.

Según registros judiciales, Guzmán López fue extraditado desde México a Estados Unidos el 15 de septiembre de 2023 y al llegar fue ingresado a una prisión federal de Illinois, tras haberse declarado inocente en ese mismo mes respecto a cinco cargos que incluían tráfico de drogas, operaciones con recursos de procedencia ilícita y violaciones a la Ley de armas.

De acuerdo con los documentos presentados por el Departamento de Justicia, los fiscales federales sostienen que Guzmán López y sus hermanos, identificados como los “Chapitos”, reestructuraron las operaciones del CDS tras la captura de su padre en 2016. Para ello, adoptaron como eje operativo la producción y tráfico de fentanilo, una sustancia catalogada por las autoridades sanitarias de EU como altamente letal.

Los ingresos generados por la distribución de dicha droga en territorio estadounidense, según los fiscales, ascendieron a cientos de millones de dólares. En 2023, el consumo de fentanilo causó la muerte diaria de cerca de 200 personas en EU, motivo por el cual el Gobierno de ese país ha intensificado las acciones internacionales de cooperación penal en materia de control de drogas sintéticas.

Sheinbaum cuestiona acuerdo entre Ovidio y EU

Los alcances de este acuerdo han sido cuestionados desde la conferencia mañanera de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien el pasado viernes 4 de julio criticó que el Gobierno de EU sostenga que no negocia con criminales, cuando en los hechos no es así. “Es esta posición que no se entiende bien del gobierno de Estados Unidos, porque por una por un lado nombra terroristas a las organizaciones delictivas, tienen una política de no negociar con terroristas, y si hay un acuerdo pues ¿en dónde queda su posición de no negociar con grupos terroristas?”, expuso.

“No conocemos el acuerdo, lo que sabemos es que se pretende declarar culpable en uno de los juicios y que se va a concentrar en un juicio, pero no es público ningún acuerdo al que haya llegado, lo que decimos nosotros es que esta persona fue extraditada por México en un operativo, que incluso, causó muertes de soldados mexicanos, entonces Estados Unidos tiene la obligación de estar en coordinación con la Fiscalía General de la República que tiene la orden de aprehensión de esta persona, eso tiene que ser así y es la relación que tiene la Fiscalía frente a estos juicios y la secretaria del departamento de justicia de Estados Unidos, eso es lo primero, y es algo que está establecido en acuerdos internacionales”, apuntó.

Ovidio, así como Joaquín Guzmán López, son hijos de Griselda López Pérez, la segunda esposa del “Chapo” Guzmán. Tiene 35 años, tres menos que su hermano, y ambos ocupaban “altos cargos de mando y control en su propia organización narcotraficante”, la de “Los Chapitos”, bajo el paraguas del Cártel de Sinaloa.

Apodado “El Ratón”, supo mantener un perfil bajo aunque desde 2012, el Gobierno estadounidense lo incluyó en la lista de narcotraficantes internacionales por considerar que jugaba “un papel significativo en las actividades de su padre”. Con su inclusión en esta lista del Departamento del Tesoro, a Ovidio Guzmán se le prohibió efectuar transacciones comerciales con ciudadanos estadounidenses y sus activos financieros en ese país quedaron congelados.