Estados Unidos.- Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, abandonó la prisión metropolitana de Chicago, Estados Unidos (EU), tras declararse culpable de delitos relacionados con el narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego en el extranjero.

Una búsqueda de su registro en el Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) arroja que”El Ratón”, líder del grupo criminal “Los Chapitos”, dejó de registrar su presencia en el penal desde el pasado 14 de julio, a pesar de estar acusado de 12 cargos relacionados con el narcotráfico y de no haber sido, ni juzgado, ni condenado.

El pasado viernes 11 de julio, Ovidio compareció ante la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, donde aceptó su responsabilidad penal respecto a su papel como dirigente dentro del Cártel de Sinaloa, la cual fue clasificada como terrorista por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Durante la audiencia, su defensa y la Fiscalía acordaron que el acusado pague una multa de 80 millones de dólares, y que brinde información que permita avanzar en investigaciones contra otros miembros del grupo.

Así, Guzmán López, de 35 años de edad, se convirtió en el primer hijo de “El Chapo” en alcanzar un acuerdo de culpabilidad con Estados Unidos. Esto luego de que la diligencia judicial fuera pospuesta dos días, ya que originalmente había sido agendada para el 9 de julio de 2025.

Según registros judiciales, Guzmán López fue extraditado desde México a Estados Unidos el 15 de septiembre de 2023 y al llegar fue ingresado a una prisión federal de Illinois, tras haberse declarado inocente en ese mismo mes respecto a cinco cargos que incluían tráfico de drogas, operaciones con recursos de procedencia ilícita y violaciones a la Ley de armas.

De acuerdo con los documentos presentados por el Departamento de Justicia, los fiscales federales sostienen que Guzmán López y sus hermanos, identificados como los “Chapitos”, reestructuraron las operaciones del CDS tras la captura de su padre en 2016. Para ello, adoptaron como eje operativo la producción y tráfico de fentanilo, una sustancia catalogada por las autoridades sanitarias de EU como altamente letal.

Los ingresos generados por la distribución de dicha droga en territorio estadounidense, según los fiscales, ascendieron a cientos de millones de dólares. En 2023, el consumo de fentanilo causó la muerte diaria de cerca de 200 personas en EU, motivo por el cual el Gobierno de ese país ha intensificado las acciones internacionales de cooperación penal en materia de control de drogas sintéticas.