Ahome, Sin.- Una riña se registró la tarde de ayer en uno de los módulos del Centro Penitenciario Goros II, en Los Mochis, cabecera municipal de Ahome, Sinaloa, dejó un saldo de tres reos muertos y uno más lesionado con arma punzocortante, informó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado.

Según el reporte de la dependencia, elementos de seguridad atendieron la situación; sin embargo, cuando los elementos intervinieron, tres personas privadas de la libertad ya no contaban con signos vitales.

“Custodios penitenciarios atendieron de inmediato la emergencia y controlaron la situación; sin embargo, lamentablemente, tres personas ya no contaban con signos vitales. Se brindó atención médica al PPL lesionado”, explicó la SSP.

La Secretaría de Seguridad Pública añadió que se notificó de los fallecimientos a la Vicefiscalía Regional Zona Norte. “La dirección del centro penitenciario ya se encuentra trabajando en la comunicación con los familiares de las personas que perdieron la vida”, precisó la institución.

Según los reportes, los fallecidos fueron identificados como Adrián “N”, Elier Jasiel “N” y Javier “N”, vinculados con el decomiso de 1.5 toneladas de pastillas de fentanilo realizado en el norte del estado en diciembre de 2024.

Este hecho ocurre a menos de un mes de otro episodio violento en el mismo penal. El pasado 3 de julio, Jesús N, de 46 años, fue golpeado con un objeto por otros internos mientras hacía ejercicio. Murió el 9 de julio por traumatismo en cráneo y rostro.

El 27 de junio, tres personas privadas de la libertad fueron encontradas sin vida en el módulo 17 del mismo penal. En ese caso, los reportes señalaron que los cuerpos presentaban impactos de arma de fuego, mientras que otras apuntaban a que fueron encontrados colgados.

El 26 de junio, un enfrentamiento entre internos pertenecientes a grupos antagónicos del crimen organizado dejó un muerto y tres heridos. Días antes, el 21 de mayo, otro choque armado entre los mismos bandos resultó en el hallazgo de un túnel en construcción, así como el aseguramiento de armas, drogas, dinero en efectivo y otras sustancias prohibidas.

Estos hechos se registraron después del relevo en la dirección de los centros penitenciarios de Culiacán y Mazatlán, anunciado por la Secretaría de Seguridad Pública estatal como parte de un intento por contener la crisis de seguridad en las cárceles de Sinaloa.