Culiacán, Sinaloa.- Entre estantes, hojas prensadas y etiquetas cuidadosamente escritas, la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) resguarda uno de los tesoros botánicos más importantes del noroeste de México: un herbario con más de 20 mil ejemplares de flora nativa y exótica, cuya historia comenzó en 1981 gracias al impulso del maestro Jesús González Ortega.

Desde entonces, el espacio ha crecido con el esfuerzo de estudiantes, tesistas y prestadores de servicio social que, apoyados por la maestra en ciencias Verónica Delgado Pacheco —actual responsable del herbario—, realizan constantes salidas de campo para recolectar e identificar nuevas especies.

“El trabajo no se detiene”, asegura Delgado, quien también destacó que el herbario recibe visitas de investigadores de otros estados como Durango, que alberga su propia colección con cerca de 80 mil especímenes. Además, estudiantes de maestría y doctorado acuden regularmente a cotejar muestras para sus investigaciones.

Gracias a un activo sistema de intercambio, el herbario sinaloense también conserva ejemplares procedentes de otras regiones de México y de países como Argentina. “La intención es preservar la mayor cantidad posible de especies y evitar que desaparezcan”, añadió la científica.

Considerado el herbario más grande del noroeste del país, el recinto también participa en proyectos con instituciones como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), así como con otras entidades académicas en Oaxaca y Durango.

Lo que pocos saben es que este herbario guarda ejemplares recolectados desde 1958, piezas de gran valor histórico que lo acercan cada vez más a convertirse en un museo botánico. “Conservar estas colecciones es vital para la Facultad de Agronomía y para toda la universidad”, concluyó Delgado Pacheco.

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