Sinaloa.- La guerra en Sinaloa ya no es un fantasma que se menciona en susurros. Desde el 25 de julio de 2024, cuando se confirmó la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos, la violencia dejó de ser esporádica: se volvió una rutina de fuego cruzado, cuerpos abandonados, mensajes contradictorios del poder y una sociedad que pide paz.
Lo que siguió fue una cadena de asesinatos, enfrentamientos, narcobloqueos y ajustes de cuentas en casi cada rincón de Sinaloa. El mismo día de la captura, el político Héctor Melesio Cuén Ojeda fue asesinado. La versión oficial habló de un asalto; la versión federal, de un crimen de encubierto. La FGR desmintió públicamente a la fiscalía estatal y expuso irregularidades tan graves que derivaron en la renuncia de la fiscal Sara Bruna Quiñónez.
Días después, aparecieron cartas atribuidas a “El Mayo”, donde negaba su entrega voluntaria y relataba un secuestro. En paralelo, las capillas de capos fueron profanadas, se descubrieron pistas clandestinas, y los enfrentamientos alcanzaron incluso zonas céntricas de Culiacán, como Tres Ríos o La Campiña.
La violencia escaló tanto que el Gobierno del Estado canceló el Grito de Independencia, la Feria Ganadera y el Palenque. El Ejército fue atacado con drones. Hubo cadáveres colgados de puentes, niños asesinados, narcomensajes y hasta la vandalización de tumbas emblemáticas, como la de Édgar Guzmán, hijo de el Chapo Guzmán. La violencia, más que intermitente, parece ahora sostenida.
Esta guerra ya no es sólo entre cárteles, sino entre versiones: la oficial, la federal, la criminal y la ciudadana. Entre ellas, las víctimas siguen sumándose.
¿Qué pasó con “El Mayo”? ¿Quién mató a Cuén? ¿Quién gobierna realmente en Sinaloa?
Las respuestas siguen sin llegar. Pero los disparos, las fosas y los silencios ya dijeron mucho.
A continuación, presentamos una línea del tiempo que documenta hechos clave que explican cómo Sinaloa pasó de un equilibrio tenso a una guerra abierta, mostrando las fechas, lugares y actores que han marcado este complejo conflicto.
Datos
- Desde la captura de “El Mayo” Zambada el 25 de julio de 2024, al menos 10 450 elementosdel Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y fuerzas especiales han sido desplegados en Sinaloa
- Al menos 50 niños, niñas y adolescentes han sido asesinados en esta narcoguerra.
- Al menos 43 policías municipales y estatales, han sido asesinados.
- Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional y fuentes estatales, entre el 9 de septiembre de 2024 y el 7 de junio de 2025 se registraron 1,445 homicidios dolosos en Sinaloa, lo que representa un promedio diario de 5.3 asesinatos.
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