Culiacán, Sin.- “Por esa calle bajaba el camión y ahora se desvía mucho la ruta porque no puede pasar por ahí. Incluso pasar caminando es un riesgo”, señalaron vecinos de la colonia Finisterra, quienes desde hace poco más de un mes han tenido que esquivar un socavón provocado por una obra abandonada por el Ayuntamiento.

Según relatan los habitantes, hace aproximadamente un mes, sobre la calle Rosario Castellanos, casi esquina con José María Velasco, en la colonia mencionada, la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Culiacán (JAPAC) atendió una fuga de agua en la vialidad. Sin embargo, a pesar de haber reparado la fuga, el agujero en el pavimento no fue cerrado.

“Cuando reventó la tubería, vinieron ellos en la noche, porque reventó como a las dos de la mañana. Y ya todo se llenó de agua. El compañero mío estuvo con ellos (…) y no lo han arreglado. Lo tapan aquí los mismos de la colonia. ¿No se compone? No, no han venido a arreglar”, declaró Anselmo García, vecino de la zona.

Tras un mes de abandono, el agujero sigue creciendo ante la falta de atención, así como llenándose de basura.

 

“El agua, oiga, el agua ha hecho que se haga más grande el hoyo”, comentó un transeúnte que prefirió mantener el anonimato.

 

Un vecino comentó para ESPEJO que este abandono se ha sentido como una falta de respeto por parte del Ayuntamiento hacia los habitantes, ya que es peligroso que el agujero siga creciendo sin que se atienda el reporte para reparar la vialidad.

Aseguró también que la calle ha sido emparejada con arena por iniciativa de los propios vecinos, ya que el paso se ha visto severamente afectado. A pesar de esos esfuerzos, la vialidad permanece en malas condiciones. El terreno es desigual, lleno de piedras sueltas y hundimientos que dificultan el tránsito.

Su estado es tan deteriorado que apenas si se distinguen rastros de la pavimentación original; asemejándose más un camino de terracería que una calle urbana.

Hasta el momento, los vecinos siguen a la espera de que las autoridades municipales atiendan el reporte y concluyan los trabajos pendientes. Mientras tanto, continúan expuestos diariamente al riesgo de accidentes y a las complicaciones para transitar por una calle que se está hundiendo poco a poco.

 

 

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