México.- Si acostumbras ponerle jamón a tus sándwiches y tortas o comerlo como parte del desayuno, esto te interesa: la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) alertó recientemente que en el mercado hay al menos 13 marcas de productos que parecen jamón, pero no lo son, ya que no cumplen con los requisitos de la norma Norma Oficial Mexicana (NOM-158-SCFI-2003) para llamarse así y tienen menos valor nutricional.

Indicó que estos productos autodenominados embutidos, suelen estar colocados junto a los jamones en el refrigerador y las imágenes ilustrativas de su uso son muy parecidas a las de estos, por lo que podrían confundir a las personas consumidoras.

¿Cuál es la diferencia entre el jamón y los embutidos?

De acuerdo con la NOM-158-SCFI-2003 el jamón debe elaborarse con pierna de cerdo, muslo de pavo o su combinación, además de cumplir con niveles mínimos de proteína.

Los embutidos cárnicos, no cuentan con ninguna normativa nacional que les otorgue una denominación ni que regulen el tipo de carne que utilizan, por lo que pueden contener carne, mezclas de carne, pastas cárnicas, almidón o soya, conteniendo así menos proteína y siendo menos nutritivos.

PROFECO

¿Qué encontró PROFECO en su análisis?

PROFECO analizó 40 productos que se venden como jamón o similares. De esos, 13 no eran jamón, sino que se etiquetan como “embutido cárnico cocido”, “producto cárnico cocido” o “embutido cocido con pavo”.

Ejemplos de ellos son:

  • Aurrerá, cocido de cerdo y pavo. El cuál además contiene menos del contenido neto que declara.
  • Galy Galicia, embutido cárnico. La Profeco detectó que no cumple con el contenido de nitritos que establece el Acuerdo de aditivos.
  • Tres Castillos, embutido cárnico cocido. Declara más proteína que la que contiene.
  • Kir Clásico, embutido. Declara menos sodio del que contiene.
  • Bafar Clásico, embutido cárnico. Declara más grasa de la que contiene.

Entre los 40 productos analizados también revisó 14 jamones de pavo comerciales, 4 jamones de pierna comerciales, 2 jamones de pavo y cerdo comerciales, 1 jamón de cerdo y pavo comercial, 3 jamones de pavo y cerdo económicos y 2 jamones de pavo económicos. En ellas verificó que la información que presentan los productos fuera veraz y no confundiera a las personas sobre su composición, detectando lo siguiente:

  • Todos cumplen con la calidad sanitaria.
  • Un producto no cumple con el contenido de nitritos permitido.
  • Tres productos no cumplen con el contenido de proteína declarado en la etiqueta.
  • Dos productos no cumplen con el contenido de grasa declarado en la etiqueta.
  • Cuatro productos no cumplen con el contenido de sodio declarado en la etiqueta.

Recomendaciones al consumidor

Antes de comprar la Profeco recomienda al consumidor revisar cuidadosamente el etiquetado del producto, buscar que se indique claramente la palabra “jamón” y verificar que contenga muslo de pavo o pierna de cerdo. Además, sugiere preferir aquellos productos que informen su clasificación comercial y que tengan un mayor contenido de proteína.

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