A través de un “ecosistema criminal” en el que participan vigías, conductores, empaquetadores, operativos y funcionarios corruptos en los dos lados de la frontera es como grupos de la delincuencia organizada logran cruzar fentanilo de México a Estados Unidos, documentó el medio The New York Times.

De acuerdo con la investigación, los cárteles siguen trasladando drogas a través de automóviles que pasan por las garitas, tal como antes ocurría con la cocaína y metanfetamina; sin embargo, los mecanismos se han ido modificando debido a la mayor vigilancia derivado de las políticas de Donald Trump.

Por ejemplo, detallan que al ser empaquetado el fentanilo se le envuelve en aluminio y le rocían cloro, pues con ello los perros no detectan el olor, al mismo tiempo que tiene una capa de papel carbón para no ser detectada por los rayos X, contó al medio un hombre que trabaja como mecánico de día y empaquetador durante la noche para el Cártel de Sinaloa.

En los últimos meses el presidente de EU, Donald Trump, ha puesto en marcha medidas para frenar el tráfico de fentanilo, incluso, recientemente, ordenó al Pentágono a utiliza la fuerza militar contra los cárteles, algunos de ellos ya fueron catalogados como organizaciones terroristas.

A esto se suma que México ha iniciado operativos más agresivos ante la amenaza de Trump de imponer aranceles si no se detiene el flujo de drogas.

De acuerdo con presuntos integrantes del narcotráfico, con todo esto, la producción y el transporte de fentanilo se han vuelto más lentos, más arriesgados y mucho más costosos debido al pago de sobornos, por lo que han optado por hacer más viajes con cargas más pequeñas, en caso de ser decomisadas.

“Pero incluso en ese estado de debilidad, el cártel sigue adaptándose. Sus traficantes están realizando cargas más pequeñas, ideando métodos creativos y ajustándose en tiempo real a las amenazas cambiantes, lo que demuestra lo extraordinariamente difícil que sería para cualquier gobierno desmantelar una organización criminal tan arraigada”, detalla la investigación del Times.

¿Cómo cruza el fentanilo por la frontera entre México y EU?

The New York Times entrevistó a cinco presuntos operadores del Cártel de Sinaloa: un mecánico, un chofer, un miembro de alto rango del cártel y dos traficantes radicados en Arizona. Con lo que pudo documentar cómo se ocultan los paquetes de fentanilo y cómo son trasladados en coche hacia Estados Unidos.

El mecánico construyó un  un compartimento oculto detrás del panel de la puerta delantera izquierda del automóvil. Soldó un tubo de acero entre la carcasa exterior y el marco interior, creando un espacio falso donde se podían meter los paquetes.

“Lo diseñó cuidadosamente: si los agentes golpeaban, buscando contrabando oculto, sonaría hueco, como una puerta normal y vacía. Los cárteles suelen utilizar coches de tamaño mediano, tipo Honda, Nissan o Toyota ya que cuanto más normal es el vehículo, más probable es que pase desapercibido”.

Una vez escondidos los paquetes inicia el traslado en carretera en el que participa un segundo vehículo con vigías o halcones entrenados para leer el terreno. Su trabajo consistía en avisar sobre lo que había más adelante y detectar posibles amenazas: un nuevo punto de control, soldados donde antes no los había, un coche aparcado demasiado tiempo al lado de la carretera.

“El viaje desde Culiacán hasta la frontera con Estados Unidos fue una operación meticulosamente coreografiada. Un solo conductor llevaba un coche cargado con el opioide sintético, pero detrás de él se movía una robusta maquinaria de poder”, detalla la investigación del medio estadounidense.

Gracias a la vigilancia, el conductor recibe instrucciones precisas sobre dónde debe circular. Según las personas entrevistadas, los sobornos suelen acordarse en al menos cuatro puestos militares mexicanos entre los estados de Sinaloa y Sonora. Los soldados dejan pasar al conductor designado con la carga intacta.

La red de vigilancia incluye personas del lado de EU y requiere la colusión de un agente fronterizo estadounidense que, a cambio de una suma de dinero, deja pasar el vehículo e incluso avisa al cártel cuando hay dificultades para cruzar.

De acuerdo con el Times, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por su sigla en inglés) remite los casos de posible corrupción en sus filas al Departamento de Justicia para que los investigue.

Tan solo en  abril, un exagente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos fue condenado por conspirar con dos ciudadanos mexicanos para dejar pasar vehículos por su carril sin inspección, dijo en abril la fiscalía federal del distrito de Arizona.

Los fiscales federales dijeron que el agente proporcionó detalles a los ciudadanos mexicanos sobre las operaciones de los puestos de control y dejó pasar al menos cinco vehículos a cambio de una parte de los ingresos por el contrabando: 20.000 dólares de los 40.000 que recibían los traficantes.

“El cártel ejerce ‘un control casi total sobre la región fronteriza al sur de Arizona, lo que le facilita el acceso a los puntos de entrada de San Luis Río Colorado y Nogales’, según un informe de la DEA de 2024. Los delincuentes utilizan ese control para introducir fentanilo en Estados Unidos”, cita The New York Times.

Esta es una publicación de Animal Político. Aquí puedes leer el texto original.