Texto: Jade Guerrero y Jazmin Sandoval
Fotos: Memorial Narvarte, Jade Guerrero y Jazmin Sandoval
CIUDAD DE MÉXICO. – El 31 de julio se cumplieron diez años del multifeminicidio y homicidio ocurrido en la colonia Narvarte donde asesinaron al fotoperiodista Rubén Espinoza, la activista Nadia Vera, y también a Alejandra Negrete, empleada doméstica y madre soltera; Mile Martín, modelo; y Yesenia Quiroz, maquillista y edecán.
Las víctimas y sus familias aún esperan justicia por parte de las autoridades, quienes han incumplido su deber. El caso sigue clasificado como un asunto de trata, aún cuando algunas líneas de investigación apuntan al gobierno de Javier Duarte en Veracruz, lo que evidencia el manejo negligente de la información por parte de las instituciones y los medios, así como la minimización de la verdad.
Las víctimas y sus familias demuestran las deficiencias de un sistema inoperante. No obstante, a lo largo de esta década, familiares, voluntarios y organizaciones mantienen viva la exigencia de verdad.
El crimen y las irregularidades
La Procuraduría General de Justicia del entonces Distrito Federal, hoy, Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, intentaron desviar la atención hacia el origen colombiano de una de las víctimas, con una narrativa cuestionable y falaz que opacaba los motivos reales: un crimen con vinculaciones políticas que silenciaron al fotoperiodista Rubén Espinosa y a la activista Nadia Vera, quienes habían huido de Veracruz a la Ciudad de México tras recibir amenazas del gobierno de Javier Duarte, entonces gobernador.
Erika Lozano, periodista independiente e integrante del grupo de acompañamiento Memorial Narvarte, analiza el caso:
“Desde el inicio hubo un mal manejo de las evidencias: pérdidas, destrucción y ocultamiento de pruebas clave. Las autoridades quisieron enterrar los hechos, según revelaron investigaciones independientes”.
La Fiscalía vinculó a proceso a tres presuntos autores materiales: Abraham Torres Tranquilino, Daniel Pacheco Gutiérrez y César Omar Martínez Zendejas. Sin embargo, registros telefónicos, videos de vigilancia y testimonios señalan la participación de al menos diez personas, quienes utilizaron dos vehículos (una camioneta Suburban y un sedán), aunque existen indicios de un tercer automóvil, un Chevrolet Malibú color arena.
Además, el teléfono de Alejandro ‘N’, hijo de un agente del Ministerio Público, apareció en la escena del crimen durante los asesinatos. Pese a esta prueba, las autoridades lo excluyeron de la investigación sin explicación.
Lozano añade:
“Las familias han propuesto líneas de investigación ignoradas por la Fiscalía, como el trabajo periodístico de Rubén y el activismo de Nadia, perseguidos por el gobierno de Duarte”.
Impunidad institucional
A lo largo de diez años, cinco titulares de la Fiscalía, tres gobiernos capitalinos y tres administraciones federales han omitido resolver el caso. En 2017, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México emitió la Recomendación 4/2017 por violaciones a derechos humanos, la cual sigue incumplida.
Sin embargo, en la investigación aún hay pendientes. Por ejemplo, las autoridades no han agotado las líneas de investigación sobre trata, crimen organizado o el vínculo con Veracruz; las familias han tenido que exigir acceso a información y proponer diligencias, sin respuesta.
Lozano agrega:
“No hay avances. Las autoridades pretenden archivar el caso”.
Ante esto, las víctimas y familiares se suman al llamado que algunas organizaciones han hecho para que el caso alcance la justicia. Una de ellas es la organización ARTICLE 19, dedicada a la libertad de expresión, quienes en el informe “A diez años del caso Narvarte: la impunidad sigue siendo la norma”, señalan que que la Fiscalía aún no agota las líneas de investigación pendientes vinculadas al periodismo y el activismo.
Además, exigen que se sancione a todos los responsables materiales e intelectuales; que se investigue a funcionarios por omisiones o filtraciones; y que se cumpla la Recomendación 4/2017 de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
A una década del multifeminicidio y homicidio en la Narvarte la impunidad persiste, pero la exigencia de justicia no cede. Iniciativas como “Arte para no olvidarte” y el Memorial Narvarte (https://memorialnarvarte.org/inicio) honran a las víctimas.
Lozano concluye:
“Desde el primer año buscamos acompañar a las familias con una lucha artística como con “arte para no olvidarte” donde también hacemos un acompañamiento desde la alegría y el juicio,estos 10 años se hizo algo más simbólico e incluso se creó un memorial al respecto. Lo queremos mantener vivo y que no se olvide lo que pasó el 31 de julio del 2015”.
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