Mazatlán, Sin.- – Los capibaras, también conocidos como carpinchos, se han ganado el corazón de muchos por su apariencia tranquila y simpática. En el Gran Acuario Mazatlán, estos singulares roedores se han convertido en un verdadero atractivo, no solo por su ternura, sino por el mensaje de conservación que representan.

El capibara es el roedor más grande del mundo, originario de Sudamérica, son semiacuáticos y viven en zonas cercanas a ríos, lagos y pantanos. Les encanta nadar y su cuerpo está perfectamente adaptado para ello: pueden sumergirse por varios minutos y sus patas están parcialmente palmeadas.

Son animales sociales, suelen vivir en grupos familiares y destacan por su comportamiento tranquilo y cooperativo. Su dieta es estrictamente herbívora, alimentándose principalmente de pasto y vegetación acuática.

Una de las características más llamativas para los visitantes del Gran Acuario es su peculiar trompa. Ikar Matías, tiene 10 años, sus papás lo trajeron de vacaciones y  comentó entusiasmado: “Los capibaras, muy bonitos por su trompa”, haciendo referencia a esta simpática parte de su anatomía que les ayuda a olfatear y alimentarse con gran precisión.

Alonso Santana, visitante de Guaymas, Sonora, compartió su emoción tras conocer por primera vez a los capibaras: “Pues forma parte de la experiencia para ella y para mí, venir a conocer los capibaras. Solo los habíamos visto en fotos, en videos y así, pero no nos había tocado verlos así en persona. Está muy bonito que hayan implementado esto aquí en el Acuario.”

La presencia de los capibaras en el Gran Acuario no solo busca entretener, sino también educar. A través de su exhibición, se sensibiliza a los visitantes sobre la importancia de conservar los ecosistemas acuáticos y a las especies que dependen de ellos.

Aunque actualmente los capibaras no se encuentran en peligro de extinción y están clasificados como “Preocupación Menor” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), su hábitat natural está cada vez más amenazado por la expansión urbana, la contaminación de cuerpos de agua y la caza ilegal.

El Gran Acuario continúa comprometido con la conservación de la biodiversidad y la educación ambiental, ofreciendo a niños, jóvenes y adultos la oportunidad de conocer de cerca a estos increíbles animales, y así inspirar nuevas generaciones que se preocupen por el bienestar del planeta.

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