Mazatlán, Sinaloa.- La propuesta del gobernador Rubén Rocha Moya, de talar un tramo de mangle del arroyo Jabalines con el objetivo de prevenir inundaciones en el fraccionamiento Jacarandas en Mazatlán, ha encendido alertas entre especialistas en humedales y manejo de recursos acuáticos, quienes advierten que la medida tendría el efecto contrario.

Este lunes 11 de agosto, el gobernador acudió a Mazatlán para entregar apoyos a 179 familias de 21 colonias que resultaron afectadas por las fuertes lluvias del pasado 7 de agosto. Ahí, anunció que buscaría la autorización de la Semarnat para podar un tramo de 500 metros de mangle contiguo a la avenida Insurgentes con el fin de ‘dar una salida de fondo’ a las aguas pluviales y evitar nuevos daños en viviendas.

Sin embargo, expertos en manejo del manglar coinciden en que, sin atender las causas estructurales como la ocupación irregular de cauces y la acumulación de basura, el riesgo de inundaciones seguirá latente e incluso podría empeorar.

Para Alexis Romero Osuna, docente en el CETMAR 08 y líder de un proyecto de reforestación de manglar en el Estero de Urías, retirar el mangle en el arroyo Jabalines no resolverá las inundaciones, sino que aumentará la erosión de las orillas y el asolvamiento del cauce, incrementando a su vez el riesgo de inundaciones.

“El mangle sostiene el suelo con sus raíces, como una red que atrapa sedimentos y frena la fuerza del agua. Sin él, el agua corre con más fuerza, debilita las orillas y se incrementa el riesgo de inundaciones y pérdida de suelo”, explicó.

 

En lugar de esto, Romero considera que las soluciones deberían enfocarse en retirar invasiones en la zona del estero El Infiernillo y dragar el arroyo, así como en evitar nuevas construcciones en los cauces. Soluciones fáciles y rápidas no existen, reiteró.

En este mismo sentido, Leonardo Moroyoqui Rojo, integrante de la asociación civil Humedales Sustentables, recordó que intervenciones previas, como el encementado de la zona durante el gobierno de Quirino Ordaz, no resolvieron las inundaciones y, en algunos casos, las agravaron. “No se trata de tumbar el manglar, sino de concienciar a la gente”, consideró.

Moroyoqui, quién es Doctor en Ciencias Marinas y especialista en ecosistemas de manglar, explicó que estas plantas actúan como un biofiltro y amortiguador natural de la fuerza del agua. “Pero si la gente sigue tirando basura, colchones, hasta refrigeradores, el problema continuará”, advirtió.

Así, para Moroyoqui, una solución real al problema sería el mantener limpias de basura las corrientes y drenes antes y durante la temporada de lluvias.

“Debería haber más mangle, no menos”, enfatizó.

El mangle: barrera natural protegida

El mangle es un ecosistema costero clave para la protección contra inundaciones, pues reduce la fuerza de las corrientes, estabiliza el suelo y actúa como un filtro natural para sedimentos y contaminantes. Además, alberga una alta biodiversidad y sirve como criadero de especies pesqueras.

En México, está protegido por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, que lo clasifica como especie sujeta a protección especial. Cualquier poda o remoción requiere autorización federal, y su afectación sin permiso puede implicar sanciones penales, como lo reconoció el propio gobernador Rocha Moya al advertir que “sí me meten a la cárcel si lo hacemos sin permiso”.

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