Culiacán, Sinaloa.- A pesar de estar identificado como potencial cancerígeno, personal de Parques y Jardínes del Ayuntamiento de Culiacán usa glifosato en áreas verdes, sin la protección necesaria y cerca de cuerpos de agua.
Una denuncia recibida por Espejo evidencia el uso de este herbicida en áreas verdes colindantes a la gasa que sube al puente de la Isla Musala, espacio en el que el colectivo Rescate Silvestre cuidaba algunos árboles que ya se han secado ante la aplicación.
Érika Pagaza, defensora ambiental y miembro de Rescate Silvestre, señala que el personal de Parques y Jardínes aplicó el glifosato en un área que, durante la temporada de lluvias, se llena de mariposas, aves y otras especies que utilizan esos espacios para alimentarse y reproducirse.
Además, denunció que en este caso la zona de aplicación ocurrió muy cerca del río, por lo que el herbicida puede filtrarse al suelo y alcanzar al cuerpo de agua contaminándolos.
“Lo aplican en un área que no es de uso urbano sino que es un área para que se llene de mariposas, les valió gorro y está todo seco alrededor. Además está muy cerca del río, se está filtrando y es altamente tóxico disuelto en agua”, dijo.
Más allá de la afectación ambiental, la bióloga señaló como, al aplicarlo, los trabajadores municipales manipulan el herbicida sin el equipo de seguridad necesario, lo que los pone en riesgo de contraer cáncer.
“No utilizan equipo de seguridad, lo aplican con paliacate y sus camisas del diario sin ninguna protección aunque (el glifosato) está asociado al cáncer… Simplemente el hecho de que estén manipulando el glifosato sin ningún equipo de seguridad ya los pone en riesgo”, alertó.
Al consultar a Octavio Sánchez, director de Parques y Jardines del Ayuntamiento, el funcionario reconoció el uso del herbicida, pero aseguró que este solo se aplica en zonas de banqueta o donde la maleza sea un riesgo para la infraestructura pública.
Como ejemplo puso el puente desnivel en el bulevar Zapata, a la altura de la colonia Industrial El Palmito. La construcción del puente, explicó, generó taludes a los lados los cuales están revestidos por concreto, pero ante el paso del tiempo entre las grietas crece maleza contra la que la Dirección de Parques y Jardines sí indica la aplicación del glifosato.
En cualquier otro espacio el herbicida está prohibido, aseguró.
“En el momento que se hace el puente se hace un talud y ese talud es de concreto. Ahí salen unos cabezones y en esas partes es un riesgo para los trabajadores estar con la chicotera (desbrozadora). En esas partes estratégicas (se aplica) nada más. En lo otro está prohibido”, indicó.
Asimismo, dijo que investigará la situación para corregirla y que los trabajadores de esta dirección dejen de usarlo en áreas verdes.
Mientras el área donde se aplicó glifosato muestra pastos secos, en sitios colindantes resalta el verde de la temporada de lluvias.
Efectos en la salud y suelo
El glifosato, uno de los herbicidas más utilizados a nivel mundial, ha sido objeto de debate por sus posibles efectos en la salud humana. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) lo clasificó en 2015 como “probablemente carcinogénico para humanos” (Grupo 2A), señalando evidencia limitada de cáncer en personas, pero suficiente en animales de laboratorio.
Además, diversos estudios han asociado exposiciones prolongadas al herbicida con alteraciones en el sistema endocrino, efectos reproductivos y problemas en la microbiota intestinal, aunque la magnitud del riesgo depende de la dosis y la vía de exposición.
Al depositarse en el suelo, el glifosato se degrada principalmente por acción microbiana en el suelo. Su vida media varía entre 7 y 60 días, dependiendo del tipo de suelo, temperatura y humedad. Pero su principal metabolito, el ácido aminometilfosfónico (AMPA), es más persistente y puede permanecer meses en el ambiente.
El glifosato generalmente se absorbe a las partículas del suelo y su lixiviación a aguas subterráneas es baja, aunque arenas muy permeables y suelos con bajo contenido de materia orgánica presentan mayor riesgo de filtración.
En cuerpos de agua superficiales, como ríos y lagunas, el glifosato y su metabolito AMPA pueden detectarse luego de lluvias o escurrimientos, pero su persistencia es relativamente corta, entre días y semanas. Sin embargo, en zonas de aplicación intensiva y acumulación de residuos, los niveles pueden mantenerse y representar riesgos para especies acuáticas sensibles.
Autoridades promueven su prohibición
Mientras la dirección de Parques y Jardínes del Ayuntamiento de Culiacán permite su uso en ciertas áreas, desde el poder Legislativo Estatal y la Federación se han promovido iniciativas para disminuir e incluso eliminar el uso de glifosato en México.
En el 2023 el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto en materia de glifosato en el que solicitó a dependencias federales no ‘adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar… glifosato o agroquímicos que lo contengan como ingrediente activo, para cualquier uso, en el marco de programas públicos o de cualquier otra actividad del gobierno”, así como establecer sanciones por su uso.
El decreto también ordenó el implementar medidas para su sustitución gradual, y el periodo de transición establecido para esto venció el pasado marzo del 2024. Sin embargo, llegada la fecha el gobierno decidió posponer la prohibición debido a la falta de alternativas que garantizasen la productividad agrícola del país.
Por su parte, y por lo menos desde el 2021, el Congreso del Estado de Sinaloa ha generado mesas de análisis, conferencias y llamados para disminuir el uso del agroquímico en Sinaloa.
En aquel año, el Legislativo Estatal realizó videoconferencias y promovió la siembra de maíz sin uso del herbicida para el ciclo otoño-invierno 2021-2022. Durante las mismas, se señaló que el agroquímico está ya prohibido en 17 países de Europa.
‘No todo tiene que verse parejito’
Por su parte, Erika Pagaza indica que el Ayuntamiento puede investigar sobre otras opciones de herbicidas que no sean dañinos para el ambiente y la salud de las personas, incluso, dijo, se puede usar vinagre, la cual seca las plantas en contacto con el sol. “Puede que no sea tan efectivo como el glifosato pero tampoco tiene un impacto tan negativo”, explicó.
Además, hizo hincapié en la necesidad de que las autoridades municipales establezcan ‘áreas de regeneración’ en las cuales la flora y fauna nativa encuentre refugio para llevar a cabo sus procesos biológicos.
“No todo se tiene que ver parejito podado, ahí las mariposas más pequeñas están poniendo huevos, son espacio de alimentación de aves, entonces sí es un tema de educación ambiental que no acabamos de entender que el suelo ralo seco no es un indicador de desarrollo sino al contrario”, puntualizó.
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