Por Foro Mar de Cortés
El Programa Nacional de Restauración Ambiental 2025-2030 contempla también la restauración del río Sonora, la Bahía de La Paz, la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, el bosque de macroalgas en Baja California, el río Sonora y la Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales
Como parte del Programa Nacional de Restauración Ambiental 2025-2030, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) prevé restaurar y decretar 10 Áreas de Prosperidad Marina en el Golfo de California.
Dentro de la Región Mar de Cortés también se contemplan acciones para la restauración de la Bahía de La Paz, la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, el bosque de macroalgas en Baja California, el río Sonora y la Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales en Nayarit y Sinaloa.
Al presentar el PNRA en la Cumbre por la Restauración de los Ecosistemas de México, Alicia Bárcena Ibarra, titular de Semarnat, destacó la urgencia de revertir la degradación de ecosistemas marinos y costeros, vitales para la pesca, la captura de carbono y el equilibrio ecológico.
“La restauración es la clave de lo que podemos hacer: restauración y conservación como dos maneras de conjugar esta estrategia porque México es un país megadiverso”, dijo, “México acumula el 12% de la biodiversidad global, poseemos más de 180 ecosistemas que tenemos que proteger y cuidar”.
El PNRA es una estrategia nacional que guiará, durante los próximos cinco años, la recuperación de ecosistemas degradados en México, especialmente en zonas marinas, bosques, manglares y cuencas hídricas.
Bárcena Ibarra enfatizó que este programa es un mandato de justicia ambiental, regeneración del territorio y bienestar para las comunidades
Subrayó que por primera vez se promueve una política ecológica y ambiental humanista, alineada con los principios de la nueva administración federal.
Áreas prioritarias y metas al 2030
Estas son las metas establecidas por el PNRA:
-Restaurar el 5% de la superficie degradada de ecosistemas costeros y marinos al 2025, y alcanzar el 30% para 2030, con prioridad en manglares.
-Contribuir a la meta nacional de deforestación neta cero al año 2030.
-Restaurar 800 hectáreas de parques y bosques urbanos en 2025 y 1,500 hectáreas para 2030.
-Contribuir a la restauración de cuatro cuencas prioritarias al 2030: Tula, Lerma-Santiago, Atoyac y Río Sonora, así como de dos presas con decreto de restauración: Endhó y El Zapotillo.
-Restaurar 26,000 hectáreas de ecosistemas forestales en 2025 y 100,000 hectáreas al 2030.
-Implementar en el 100% de las acciones de restauración sistemas comunitarios de vigilancia y monitoreo ambiental, fortaleciendo la gobernanza de los territorios.
-Restaurar y decretar como Áreas de Prosperidad Marina 10 sitios deteriorados del Golfo de California al 2030.
-Contribuir a la reducción del 35 % de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) al 2030.
Un enfoque sistémico, social y participativo
El PNRA fue construido a partir de un proceso participativo multiactor que involucró a más de 100 instituciones y organizaciones de sociedad civil, pueblos indígenas, comunidades afromexicanas, autoridades estatales, sector académico y representantes empresariales.
Con cinco líneas estratégicas, el programa plantea una restauración con enfoque ambiental y humanista, coordinación institucional multinivel, atención a causas estructurales, fortalecimiento de capacidades locales y monitoreo participativo comunitario.
Marina Robles García, Subsecretaria de Biodiversidad y Restauración Ambiental, aseguró que restaurar los ecosistemas es también restaurar nuestra posibilidad de vivir en armonía con la naturaleza.
Añadió que esta estrategia contribuye de forma directa a combatir el cambio climático, gracias a la recuperación de ecosistemas que capturan grandes cantidades de carbono, como selvas y manglares.
Desde la sociedad civil, representantes de WWF México, WRI México y Reforestamos México coincidieron en que el PNRA es una plataforma de corresponsabilidad, pero para lograr resultados se requiere pasar del diseño a la ejecución, con financiamiento suficiente, criterios técnicos claros y participación desde el territorio.
“Si queremos que funcione debemos pasar del diseño a la acción, con financiamiento real, criterios técnicos claros y participación de quienes están en el territorio”, consideró Ernesto Herrera Guerra, de Reforestamos México.
María José Villanueva, directora de WWF México, dijo que el programa tiene el potencial de ser un eje de transformación si se garantiza la inclusión y se priorizan los territorios más vulnerables.
El PNRA es un paso firme hacia una política de restauración ecológica que busca responder a la crisis climática, regenerar territorios degradados y mejorar el bienestar de las comunidades. El reto ahora será transformar esta hoja de ruta en acciones concretas en campo, con la participación de toda la sociedad.
Este trabajo fue realizado por Foro Mar de Cortés. Para consultar el contenido original, dar clic aquí

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