Culiacán, Sin.- El próximo 1 de septiembre, más de 567 mil alumnos regresarán a clases. Pero, este ciclo escolar arrancará en Sinaloa en medio de un doble desafío: la violencia que sacude a la entidad y la precariedad en la infraestructura escolar.

Para Nuria Alejandra González Elizalde, directora de Mexicanos Primero Sinaloa, el regreso a clases no puede entenderse únicamente como un calendario marcado, sino como la posibilidad real de que niñas, niños y adolescentes puedan estar, aprender y participar en sus escuelas.

Lo mínimo que tendríamos que exigir como sociedad es que los estudiantes puedan llegar seguros a las escuelas y encontrarlas en condiciones básicas para aprender. Sin agua, sin luz, sin internet y sin maestros frente a grupo, no estamos garantizando el derecho a la educación”, advierte.

Los datos más recientes sobre infraestructura escolar en Sinaloa, emitidos por la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) a solicitud de Mexicanos Primero, reflejan un rezago estructural:

  • 18 por ciento de las escuelas no tiene agua potable.
  • 4 por ciento carece de electricidad.
  • 12 por ciento no cuenta con espacios adecuados para lavado de manos.
  • 13 por ciento no tiene sanitarios independientes.
  • 74 por ciento no tiene accesibilidad para estudiantes con discapacidad.
  • 62 por ciento no dispone de computadoras.
  • 61 por ciento carece de conexión a internet.

 

La crisis alcanzó un punto crítico en enero de este año, cuando más de 39 planteles quedaron sin suministro eléctrico por falta de condiciones para soportar la demanda de energía.

Entre el calor, la oscuridad y sin agua, es imposible hablar de aprendizaje. Lo que se está negando no es un lujo, sino un derecho”, señala González.

A esta precariedad se suma el clima de inseguridad. La directora de Mexicanos Primero capitulo Sinaloa subraya que los protocolos de seguridad escolar deben actualizarse y socializarse de manera integral donde los conozcan directivos, docentes, padres de familia y estudiantes, y que se adapten al entorno inmediato de cada plantel.

“La escuela no está aislada: está en una colonia, en un barrio, en una comunidad con negocios, familias y servicios. Todo ese entorno debe contribuir a garantizar espacios seguros y tranquilos para los estudiantes”.

El llamado de Mexicanos Primero es claro, las autoridades de los tres niveles de gobierno están obligados a garantizar el estar en la escuela o no podrá hablarse de aprendizajes ni de participación.

En este regreso a clases, más que cifras de matrícula o de libros entregados, lo que debería preocuparnos es que los niños realmente puedan llegar, permanecer y aprender en un entorno digno y seguro”, concluye González.

 

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