Culiacán, Sin. – “Yo dejé a mis niños encerrados antes de venir para acá, no quiero que les pase nada”. Familias del ejido El Quemadito denunciaron que al menos tres menores fueron internados en el Hospital Pediátrico de Sinaloa tras ser inicialmente diagnosticados con alergias o dengue, cuando en realidad padecían rickettsia, una enfermedad transmitida por la picadura de garrapatas.

Karime Burgos, una de las madres afectadas, relató que llevó en repetidas ocasiones a su hija de dos años al médico, pero, a pesar de estar bajo receta médica, la condición de la niña empeoraba.

“Me dijeron que era alergia, luego que podía ser un virus. Pasaron los días y mi niña ya no quería levantarse, estaba amarilla y decaída. Fue hasta que a mi esposo ya no le gustó verla así y yo me puse a investigar en el teléfono, dando con que podía tener esta otra enfermedad. Nos vinimos al Pediátrico, se lo dije a los médicos y se confirmó que era rickettsia. La ingresaron a terapia intensiva”, contó.

La enfermedad, causada por bacterias transmitidas por garrapatas, comparte síntomas con el dengue hemorrágico —como fiebre alta y repentina, dolor de cabeza intenso, dolor muscular y articular—, pero requiere tratamiento inmediato con antibióticos.

El retraso puede afectar los riñones, el hígado, los pulmones e incluso el corazón.

Infancia en riesgo

 

En la comunidad preocupa que los casos no sean aislados.

Vecinos relatan que otros dos menores también llegaron con diagnósticos iniciales de dengue y ahora están bajo observación médica.

Ambos pequeños se encuentran en estado crítico, a la espera de donaciones de sangre y plaquetas: Victoria necesita tipo A+ y Elías, tipo O+.

“Son los niños los que están sufriendo y aquí todos juegan juntos, se juntan todos. Queremos que no haya más niños pasando por esto”, expresaron los familiares presentes, tocados por la situación de sus niños.

Hasta el momento la dirección del hospital pediátrico de Sinaloa ha confirmado 4 casos de esta enfermedad.

El Quemadito, gritando por atención sanitaria

 

Mientras las familias enfrentan la angustia en el hospital, en El Quemadito los riesgos persisten.

Según una denuncia anónima, el estadio de la comunidad permanece lleno de aguas negras, los drenajes rebosan y la maleza ha crecido sin recibir mantenimiento.

Los habitantes afirman que han solicitado fumigación en repetidas ocasiones, pero hasta ahora no ha acudido ninguna brigada. La única respuesta que han recibido por parte de Salud fue que “no se ha fumigado por cuestiones de violencia”, lo cual genera indignación.

“Nos dicen que tienen que cuidar a sus trabajadores, pero mientras tanto nuestros niños están en el hospital enfermos”, reclamó uno de los vecinos en entrevista para ESPEJO.

La comunidad exige atención urgente a la situación: fumigación en casas y escuelas, limpieza de drenes y campañas de información para que madres y padres puedan reconocer los síntomas a tiempo.

“Ya son varios los niños internados. Necesitamos que las autoridades actúen antes de que esto empeore”, concluyeron.

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