El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ofreció una recompensa de 10 millones de dólares a quien proporcione información sobre el paradero de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias “Alfredillo”, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con el fin de arrestarlo.

“Alfredillo” figura desde septiembre de 2018 en la lista de los 10 fugitivos más buscados por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), acusado de “conspiración para poseer, con intención de distribuir, sustancias controladas”.

“Alfredillo” fue secuestrado por el CJNG en 2016

Cabe recordar que Jesús Alfredo fue secuestrado el 15 de junio de 2016 en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta, Jalisco, junto con otras cinco personas, en un hecho atribuido al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Tras semanas de negociaciones, fue liberado la noche del 19 de agosto de 2016, y según familiares, “estuvieron negociando todo este tiempo, pero ya están libres y están bien”.

Desde 2009, autoridades de Estados Unidos seguían la pista de “Alfredillo” por tráfico de drogas, por lo que enfrenta múltiples cargos en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois.

La recompensa por Iván Archivaldo

El 16 de agosto pasado, el ICE ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por Iván Archivaldo Guzmán, hermano de Jesús Alfredo, ambos hijos de María Alejandrina Salazar Hernández, primera esposa de “El Chapo” Guzmán.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) identificó a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, ambos prófugos, como líderes de una organización violenta vinculada a laboratorios de producción de pastillas falsificadas con fentanilo que terminan en calles estadounidenses.

La sanción obedece al papel que tienen en el tráfico de fentanilo y por la acusación contra el cartel de Sinaloa del asesinato en 2024 del exmarine estadounidense Nicholas Quets en Sonora.

EU acusa a los hijos de “El Chapo” de tráfico de metanfetaminas

El ICE ha señalado que los hijos de “El Chapo”, quienes dirigen la organización criminal Los Chapitos, una facción del Cártel de Sinaloa, “comenzaron sus carreras narcotraficantes a temprana edad al heredar relaciones de su hermano fallecido, Edgar Guzmán López”.

Tras la muerte de Edgar, afirma el ICE, Ovidio y Joaquín “heredaron una gran cantidad de las ganancias derivadas de narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de ese dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”. Además, “comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto hacia México mientras comenzaban a experimentar con la producción de metanfetamina”.

El ICE informó que los Guzmán López “están supervisando aproximadamente 11 laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa —y se estima que están produciendo entre tres mil a cinco mil libras de metanfetamina al mes”, que luego “es vendida al por mayor a otros miembros del cartel de Sinaloa y a distribuidores basados en Estados Unidos y Canadá”.