Culiacán, Sin.- “Yo personalmente he constatado que poco a poco se va reactivando, se va avanzando de manera muy importante. Nos hace falta mucho por hacer, pero estamos en buen camino”, declaró el pasado 20 de julio Óscar Rentería Schazarino, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, sobre la vida nocturna en la capital sinaloense.

Ese día, el gabinete de seguridad del Gobierno Federal acudió a Culiacán a reunirse con sectores de la sociedad, principalmente con líderes de cámaras empresariales. Desde entonces, tanto Gobierno del Estado, a través de su secretario de Economía, han insistido en que la vida nocturna de la ciudad vuelve a reactivarse poco a poco.

Anteriormente, los bares, restaurantes y antros que sobrevivieron a los primeros meses del estallido de la violencia provocada por el quiebre interno del  Cártel de Sinaloa, tuvieron que ajustar sus horarios.

Comenzaron a cerrar a las 8 o 9 de la noche, porque justo en esos momentos era cuando los establecimientos comenzaban a vaciarse por el toque de queda autoimpuesto por los habitantes de Culiacán.

Hubo recortes de personal y quienes se quedaron tuvieron que sobrevivir con menos ingresos a los que estaban acostumbrados.

Y pese a que el plan operativo “Culiacán en Movimiento” se lanzó hace 6 meses para reactivar bares y antros en las principales zonas comerciales de la ciudad, es apenas hace unas cuantas semanas que los culichis se han animado prolongar el tiempo de esparcimiento nocturno, entre 10 y 11 de la noche.

Con lo que se percibe, aun es tamos lejos de circular en nuestros automóviles los fines de semana entre 1 y 2 de la mañana, cuando anteriormente cerraban los bares de Culiacán, o cuando concluían las reuniones entre amigos o familiares; sin embargo, es verdad que a paso lento, se van recuperando más horas a la noche.

En lo que respecta al denominado Paseo del Ángel, lo que es el tramo de la calle Ángel Flores entre Aquiles Serdán y Ruperto Paliza, todavía se podían observar comensales noctámbulos a las 10:30 de la noche el pasado sábado 23 de agosto. Pero no era la escena abarrotada de hace un año, con apenas una decena de mesas, parecía más a las noches solitarias de Semana Santa en Culiacán.

Si bien todavía falta mucho para recuperar el auge con que se veía antes del 9 de septiembre de 2024, con los aventurados que se reúsan a morir de aburrimiento ha alcanzado para que los pocos restaurantes que quedan sobrevivan unos meses más.

En una conversación con un mesero del bar la Sazona durante un recorrido por Espejo, se argumentó que si todavía se podían llenar mesas en algunos locales, es porque los que han permanecido abiertos han absorbido los comensales de anteriores establecimientos que bajaron las cortinas, en el también catalogado “Barrio Mágico”.

Es esta zona comercial donde más se ha visto la unión y activismo de sus comerciantes, aglutinados en sus propias asociaciones y patronatos. Acercándose con gobierno e instituciones han logrado acordar acuerdos de colaboración para mantenerse activos con programas culturales y musicales en el Paseo del Ángel.

Han propuesto iniciativas para atraer de nuevo a las personas en la noche, como la peatonalización de la calle Ángel Flores de jueves a domingo, desde la tarde hasta la noche.

Sin embargo, ¿qué hace falta para que los habitantes de Culiacán se perciban más seguros al transitar en la noche?  

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