Culiacán, Sin.– A cinco días de la masacre frente al Hospital Civil y del asesinato de un paciente dentro del Hospital General, así como otro más en uno privado, el secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo, reconoció que los filtros de seguridad en los nosocomios han fallado, pero responsabilizó en gran medida al personal médico y a los propios visitantes por no cumplir con los protocolos.

El personal va disfrazado de médicos o enfermeros, y eso complica identificar si realmente lo son. Hay detectores de metales, sin embargo, hay renuencia del personal a veces de pasar por ellos. Es muy fácil sacarle la vuelta al aparato y a los guardias también se les hizo fácil dejar pasar”, admitió en conferencia de prensa.

De acuerdo con el funcionario, aunque desde marzo de 2025 se anunció la instalación de arcos detectores, la falta de supervisión ha permitido que estas medidas de prevención resulten ineficaces. Por lo que aceptó que hay fallas en los protocolos que garanticen la seguridad de usuarios y personal médico.

El secretario informó que el gobernador y autoridades de seguridad se reunieron en la Novena Zona Militar con elementos de la Guardia Nacional, SEDENA y policías estatales y municipales para rediseñar los protocolos en torno a pacientes heridos por armas de fuego. El plan contempla reforzar las entradas principales, incrementar la videovigilancia y obligar a que todo el personal porte gafetes de identificación.

Respecto al caso del Hospital Civil de Culiacán, donde cuatro personas murieron tras el ataque del viernes 29 de agosto, González Galindo aseguró que ya existe un espacio en la parte trasera de urgencias para que los familiares no tengan que esperar en la vía pública. Sin embargo, insistió en que la clave es que las clínicas, públicas y privadas, notifiquen de inmediato al 911 cuando reciban heridos.

No se trata de cambiar al personal de seguridad; ellos no portan armas, solo hacen revisiones. Pero sí habrá ajustes en los accesos y una supervisión más estricta. Queremos evitar que se repitan estos incidentes”, subrayó.

El propio secretario reconoció que, desde septiembre de 2024 a la fecha, se han registrado al menos cuatro ataques armados dentro de hospitales en Sinaloa, lo que confirma que la violencia alcanzó a espacios que hasta hace poco se consideraban neutrales.

 

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