Por Karen García / @karen_gdlt

El Museo Raúl Anguiano (MURA) es sede de la exposición “Bocas Indomables/Untamable Mouths”, de la artista multidisciplinaria Kiyo Gutiérrez Trapero. La muestra aborda el agua desde perspectivas capitalistas, colonialistas, ancestrales, ecológicas y políticas. El agua como un ente vivo con memoria, como un tejido de afectos y a la vez, utilizado para transgredir.

La exposición es el resultado de dos años de investigación de su maestría en la Universidad del Sur de California Eroski School of Fine Arts. Con este estudio, Kiyo buscaba compartir alternativas a los imaginarios capitalistas que se tienen sobre el agua, para dejar de pensarla sólo como un recurso y comenzar a crear una relación cercana con los cuerpos de agua y los seres que habitan en estos.

En entrevista para ZonaDocs, Kiyo Gutiérrez compartió que la escritora Cristina Rivera Garza fue una de sus inspiraciones, pues ella habla sobre cómo en los materiales se pueden encontrar marcas de extracción, opresión y saqueo. Asimismo, los planteamientos de materialismos feministas de la física Karen Barad, quien expresa que la materia tiene agencia y está viva, fueron claves para sus obras.

“Creo que es importante reflexionar sobre las formas en que se construye la historia colonial y considerar cómo creamos y compartimos estos relatos”, comentó Kiyo, ya que busca transgredir esa historia que ha invisibilizado las narrativas y rituales indígenas, así como su relación con el agua, viéndola como un paisaje vico, como su familia. Historias que la colonización quiso borrar.

Bocas Indomables es una experiencia inmersiva, pues junto a el mural, las fotografías y esculturas, realizadas en colaboración con artistas como Pistor Orendain, Angel Deradoorian, Alejandra de Zulueta y Macomber Travel Grant; se reproduce el cortometraje de la Nepantlera.

Kiyo expresa que la Nepantlera está inspirada en la obra “Nepantla: liminalidad y transición” de la escritora chicana Gloria Anzaldúa, palabra originaria del náhuatl y significa “lugar o sitio de en medio”. Esta palabra fue clave para realizar la obra. Pues, la Nepantlera hace referencia a dos personajes importantes durante su investigación: el pez milenario “Lamprea del Pacífico” y la Malinche.

Ambos utilizaron sus bocas como un lugar de poder, ya sea para alimentarse o para comunicarse. Sin embargo, ambos han sido invisibilizados, olvidados y manchados por la historia colonialista. La Malinche era muy respetada, incluso representada en códices como Diosa del Agua; sin embargo, al escribir la historia se habló de ella como una traidora. Por su parte, la Lamprea es una especie extinta, la cual, para las comunidades indígenas tenía una relación cultural y espiritual, pero de nuevo, la historia la olvidó.

“Siento que ahí había un diálogo bien interesante entre la lamprea del Pacifico y la Malinche, fue por ello que puse a estos dos personajes en un diálogo en el tiempo y en el espacio… Metafóricamente, en una de las piezas es la lamprea-Malinche desovando en el río de Los Ángeles desde un puente”, explicó Kiyo.

Durante el cortometraje, se ve como la Nepantlera sostiene en sus manos el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, en el cual México “vendió” parte de su territorio a los Estados Unidos. En él, la Nepantlera transgrede el documento de diversas formas, manchándolo con grana de Cochinilla, mojándolo en el río, comiendo sus páginas, quitándole la atención a la escritura (la cual fue parte de la conquista española) y “regresando el cuerpo a la historia”, mediante sonidos, movimientos y códices.

¿Cómo es que de pronto los ríos de un territorio se definen como fronteras? ¿Quién decide eso y con qué derecho? ¿Qué piensan los ríos al respecto? Si antes los ríos unían distintas comunidades indígenas, de un día a otro fueron fronteras.”, comentó Kiyo.

Mediante las obras, Kiyo aborda lo político, histórico y ritualístico del agua. Entablando diálogos con ríos como El Paayme Pazzayt (nombre tongva del Río de Los Ángeles), el Golfo de México, el Río Bravo/Río Grande, el Colorado, el Tijuana, el Océano Pacifico y el Río Chiconahua (Río Santiago).

“Ahora estamos viviendo en un mundo en donde las crisis se entrelazan. Y a veces se siente como vivir en una herida abierta. Personalmente, encuentro esperanza en crear arte inspirado, en este caso, en bocas que desobedecen, en bocas indomables que chupan, muerden y desafían al sistema extractivista patriarcal. Pero, además, creó y sobre todo siembra esperanza, siembran regeneración y la posibilidad de imaginar otras vidas”, concluyó Kiyo.

Bocas Indomables estará expuesta del 21 de agosto al 28 de septiembre en el MURA, el cual tendrá una visita guiada el 6 de septiembre, así como un performance en la exposición el 26 de septiembre. Puedes enterarte de más obras de Kiyo en sus redes sociales @kiyogutierrez.