Culiacán, Sinaloa.- Miles de culiacanenses salieron este domingo a las calles a exigir paz. Lo hicieron en el mayor contexto de violencia que se ha vivido en Sinaloa en los últimos tiempos, uno que está por cumplir un año en el que los enfrentamientos, asesinatos, robos y desapariciones no han parado.

Hoy, a las 8:30 de la mañana, miles de culiacanenses vestidos con playera blanca y protegiéndose del sol, caminaban hacia el templo de la Lomita, sitio de encuentro para la movilización.

Desde personas que acudieron por su cuenta, hasta grupos de amigos, parejas, familias completas e incluso mascotas, se dieron cita a un evento diverso y amplio en el que confluyeron distintos grupos sociales a los que la narcoviolencia afecta, no de la misma manera, pero sí a todos.

Una mujer mayor indicó que ella marchaba por todos los culiacanenses, pero más por su hija, su esposo y su nieto, quienes decidieron salir de la ciudad y ahora no los puede ver.

Con sollozos y lágrimas en los ojos, reconoció que su nieto puede ir a la escuela de manera segura y salir a jugar con sus amigos, pero llora su ausencia.

“Me duele mucho porque son mis nietos y ellos están bien en donde están, en otra ciudad donde no hay violencia. Ahora está haciendo otros compañeros en otra ciudad, pero deja a su abuela aquí muy triste”, dijo la mujer a Espejo.

“A todo pecho gritamos. Por nuestros hijos, por nuestros nietos, por la paz. Es una injusticia lo que estamos viviendo. Ya no queremos más muertos, ya no queremos más desaparecidos”, reclamó con voz entrecortada otra mujer, quién busca a un familiar.

“¿Cuál grito de independencia? Gózalo tu desgraciado porque nosotros gritamos, pero de dolor de todo lo que estamos sufriendo”, añadió la mujer en referencia a la intención de las autoridades de sí llevar a cabo el grito de independencia el próximo 15 de septiembre, un evento que ya se canceló el año pasado, junto a decenas de conciertos y eventos sociales como el Palenque y la Feria Ganadera.

“Estamos viviendo momentos muy críticos. Dicen que ya terminó, pero no. Cada vez es más, hay mucho luto en nuestra ciudad”, mencionó otra mujer a quién hechos violentos recientes respaldan.

Apenas este sábado, diversas ejecuciones, el hallazgo de restos e incluso un ataque a elementos de seguridad ocurrieron desde tempranas horas, marcando una jornada trágica.

Pero una semana antes, el ataque a diversos hospitales con múltiples víctimas inocentes, también marcó un agravamiento del ambiente de inseguridad en la capital de Sinaloa.

La manifestación ocurrió a pocas horas de que se cumpla un año del inicio de una narcoguerra en Sinaloa que ha dejado más de 254 enfrentamientos, casi 1600 desapariciones y más de 1700 personas que han perdido la vida en hechos violentos. Así como graves afectaciones económicas debido al cierre de negocios y pérdidas de empleos derivado de las condiciones de inseguridad.

La cita fue convocada desde hace más de una semana a las 8:30 en las escalinatas de la Lomita. Pero la gente acudió desde tempranas horas abarcando varias cuadras en una movilización multitudinaria pocas veces vista en la capital sinaloense.

Días atrás, en redes sociales eran diversos los cuestionamientos sobre el uso político de la movilización.

Incluso aparecieron anuncios pagados en los que se añadían logotipos de partidos políticos a la invitación a marchar. Sin embargo, estos intentos de división no lograron achicar el movimiento de personas hartas de la violencia que, desde hace ya un año, no permite hacer vida cotidiana en la capital de Sinaloa.

Las consignas fueron todas por la paz y, en algunas ocasiones, por la salida del gobernador Rubén Rocha Moya, quién, acusaron asistentes a la marcha, ha sido indolente durante este año de violencia y muerte.

“Venimos con la única consigna de exigir paz, sí se puede”, se escuchaba desde uno de los megáfonos que invitaban a las personas a gritar. “Queremos paz, sí se puede”, coreaba la gente incluso desde antes de iniciar la marcha.

A pesar de que al sitio acudieron figuras políticas y empresariales, el protagonismo se lo llevó la ciudadanía, que no se detuvo ante los más de 40 grados de sensación térmica y el llevar sus gorras, playeras y camisas empapadas de sudor.

“Hoy nos manifestamos porque ya no queremos más violencia. Ya queremos salir en paz a caminar tranquilos en nuestras calles que ya no son nuestras. Poder salir a cualquier parte con la tranquilidad de que vamos a estar bien”, respondió una ciudadana al preguntarle ¿por qué marcha hoy?.

FOTO: César Ernesto Hernández

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