La total falta de oficio político en lo concerniente en hacer valer como regla general lo que se le exige a la ciudadanía que cumpla, el director de Vialidad y Transportes del Gobierno del Estado, Marco Antonio Osuna Moreno, determinó la colocación de propaganda gubernamental en unidades del transporte urbano que obstruye la visibilidad hacia el interior de lo autobuses y contraviene recientes medidas determinadas en seguridad pública.

Mientras a los automovilistas en general se les obliga a utilizar polarizados de bajo nivel en los cristales de los vehículos, que le permitan a la fuerza pública verificar quiénes y cómo viajan, a los prestadores del servicio de transporte urbano les ordenan vestir los camiones con la campaña publicitaria obstructiva de recaudación que lleva a cabo el Sistema de Administración Tributaria del Estado de Sinaloa.

La llegada a cargos de gobierno de personas que carecen del perfil para desempeñar los puestos, pero que sí cuentan con credenciales de amiguismo y tráfico de influencias, ocasiona que las decisiones sean en contrasentido de la obligación de hacer valer la ley por parejo y desde la actuación correcta de los funcionarios el ejemplo se propague hacia el tejido social.

Osuna Moreno acepta la responsabilidad que le toca en este tema que pone en entredicho la campaña contra el polarizado para facilitar la protección a los sinaloenses, sin embargo, aflora como siempre la eventualidad de que las sanciones y retiro de la película de protección del sol y del calor las estén incumpliendo aquellos que esgrimen influencias que da el servicio público o canonjías que se asignan los que ostentan poderes fácticos.

Otras decisiones en cuestión de respeto a la ley y el orden han naufragado precisamente por la selectividad al momento de hacerlas valer, con tolerancia para unos y mano dura a otros. El problema está en que al incumplirse disposiciones de seguridad pública como la eliminación del polarizado que obstruye la visibilidad, se rompe la coordinación indispensable entre las instituciones y esto repercute en que resulten fallidos los operativos y estrategias contra el crimen.