Culiacán, Sin.- No basta con que el expresidente Andrés Manuel López Obrador haya reconocido públicamente que sí hubo un desfalco en Segalmex; se debe seguir investigando y los funcionarios deben rendir cuentas, en especial Ignacio Ovalle, director de la paraestatal durante la primera mitad de ese sexenio.

Así lo señalaron los periodistas Georgina Zerega y Zedryk Raziel al presentar su libro Permiso para robar, una investigación periodística sobre la red de corrupción al interior de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).

Ambos coincidieron en que este tema ameritaba atención periodística debido a la cantidad de dinero que la Auditoría Superior de la Federación reportó como faltante, cifra que cada año fue en aumento hasta alcanzar los 15 mil millones de pesos.

Lo anterior, subrayaron, representa un caso mucho más grande que cualquier otro escándalo de corrupción reportado en la historia reciente de México.

“Al final no sabemos cuánto dinero se perdió; sabemos que al menos son 3 mil millones de pesos, pero también que la cifra puede seguir creciendo: falta mucho por aclarar”, comentó Georgina Zerega.

“Por otro lado, que esto haya ocurrido en un gobierno que decía gobernar para los más pobres, y que además el desfalco se diera en un organismo creado para alimentarlos, son factores que sin duda llamaron la atención periodística”, precisó.

Por su parte, Zedryk Raziel explicó que en Permiso para robar se identifica una especie de hábito de saqueo institucional, comenzando con la designación de Ignacio Ovalle —funcionario con antecedentes de señalamientos por corrupción— como titular de Segalmex.

“Cuando decimos que había una ‘licencia para robar’, nos referimos a la amplitud: una baraja enorme de funcionarios y esquemas de saqueo que nos hacen pensar que la corrupción no solo se daba en las cúpulas, sino también en los niveles más bajos. Tal vez no eran desfalcos cuantiosos, pero si sumas todo, se conforma una red de corrupción amplia y profunda”, explicó.

La investigación destaca como una de sus principales fuentes el testimonio de Manuel Lozano Jiménez, amigo íntimo de Ovalle y director comercial de Segalmex en aquellos años, actualmente en prisión domiciliaria en Argentina.

Al respecto, Georgina Zerega mencionó que Lozano intentó advertir a Ovalle de las irregularidades dentro de Segalmex, aunque él mismo cumple una condena por corrupción en el mismo caso.

“Fue muy curioso porque Manuel Lozano no puso ninguna condición para hablar y respondió absolutamente todas las preguntas que se le hicieron. Incluso tuvimos una segunda conversación a partir de más datos que recibimos, y volvió a mantener una postura muy abierta”, relató.

“Intentamos reproducir su testimonio de la manera más fiel, porque era la primera vez que un personaje directamente involucrado en el saqueo hablaba con la prensa, e incluso nunca lo había hecho ni con la justicia. Fue interesante escuchar su versión: hay quienes le creen y quienes no”, agregó.

La periodista subrayó que Manuel Lozano fue muy cercano a Ignacio Ovalle, más allá del vínculo profesional, y que hoy se siente profundamente dolido al acusarlo de “traición”.

Independientemente de ello, su testimonio contradice la versión de López Obrador, quien sostuvo que Ovalle “fue engañado” y que “no sabía lo que estaba sucediendo”.

“Nos parece importante que un personaje como él hable, porque permite cuestionar, al menos, parte del discurso presidencial que buscó salvar a Ovalle”, señaló.

Cabe recordar que, en el caso de corrupción de Segalmex, solo algunos funcionarios de nivel medio fueron enjuiciados y encarcelados, mientras que una de las figuras centrales, Ignacio Ovalle, nunca fue llamado a rendir cuentas ante la justicia.

En este sentido, Zedryk Raziel puntualizó que su libro no acusa directamente a López Obrador de ordenar que no se investigara a Ovalle, pero los posicionamientos públicos del mandatario dieron a entenderlo.

“Fue una decisión política excluir a Ignacio Ovalle de las investigaciones judiciales. AMLO, en los hechos, se convirtió en su abogado. Creo que era difícil para cualquier fiscal ir en contra de esa directriz: si el presidente dice que cree en la inocencia de un funcionario, ¿quién se atrevería a desafiarlo y emprender una investigación de tal magnitud?”, sostuvo.

Finalmente, Permiso para robar contradice la postura del expresidente López Obrador y subraya que el saqueo en Segalmex no solo ocurrió durante la gestión de Ovalle, sino también bajo su sucesor, prácticamente a lo largo de todo ese sexenio, pese a la supuesta “limpia” institucional.

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