Culiacán, Sinaloa.- El dolor y la indignación se hicieron colectivos. Tras el asesinato de la maestra Jesamel Rodríguez Zazueta, la Sección 27 y la Sección 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) convocaron a la comunidad educativa de Culiacán a participar en una marcha pacífica para exigir paz, seguridad y justicia.

A las 10:00 horas, desde la funeraria San Martín, en la colonia Emiliano Zapata, partió un contingente con rumbo al Palacio de Gobierno. Con el grito de “¡Queremos paz!” y pancartas con consignas, un grupo de alrededor de 50 personas exigió garantías de seguridad y tranquilidad para las y los maestros que aún se mantienen firmes en su vocación.

A una sola voz, también clamaron justicia, exigiendo que el nombre de Jesamel Rodríguez no quede como “una víctima colateral más”.

Jesamel Rodríguez Zazueta tenía 36 años. Era madre de familia y maestra en la Escuela Secundaria Técnica Número 75, la cual se encuentra ubicada en la colonia Barrancos.

El pasado 13 de septiembre fue una de las víctimas de la jornada de violencia que azotó al pueblo costero. Jesamel viajaba en su auto junto a su esposo y sus hijas cuando, cerca de la caseta de acceso a Isla Cortés, en Altata, Navolato, se desató un ataque armado, quedando atrapada en medio del fuego cruzado. Un disparo en el rostro le quitó la vida de manera instantánea.

“Un salón de niños se quedó sin su maestra. Nos quedamos sin una mujer, madre y esposa; exigimos que no se trate como un muerto más, no lo aceptamos”, expresó una de las asistentes.

Su caso no solo consternó al gremio magisterial, sino que también evidenció la profunda vulnerabilidad en la que viven las y los ciudadanos frente a una violencia que no distingue profesiones, edades ni circunstancias.

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