Culiacán, Sin.- La violencia que atraviesa la Sierra Sur de Sinaloa no solo se mide en balas, desplazamientos forzados o casas incendiadas. También se manifiesta en lo más íntimo y cotidiano: la menstruación. Para muchas mujeres y personas menstruantes, enfrentar un ciclo en medio del miedo, la escasez de agua y la ausencia de servicios de salud es una batalla silenciosa que rara vez se nombra.
Al participar en la Brigada de Salud Comunitaria, colectivas feministas documentaron que la clínica de Chirimoyos lleva once meses inactiva. En la práctica, esto significa que decenas de personas quedaron sin acceso a atención ginecológica ni a un espacio donde atender complicaciones relacionadas con la salud sexual y reproductiva.
“Menstruar es ya de por sí emocional y físicamente difícil. Ahora imaginemos cómo es menstruar sin agua, sin luz, sin toallas sanitarias ni papel higiénico, y viviendo bajo el estrés de la violencia”, cuestionan en un comunicado conjunto las colectivas.
La llamada pobreza menstrual, así como la dificultad para acceder a productos de gestión, medicamentos y condiciones de higiene básicas, se recrudece en contextos de violencia. En la Sierra Sur de Sinaloa, las mujeres y personas menstruantes deben lidiar con el despojo, los desplazamientos y la militarización, mientras tratan de sobrellevar un proceso biológico sin las condiciones mínimas para hacerlo dignamente.
Frente a esta realidad, organizaciones locales como Periferia Subversivx, Colectiva Feminista Perlas del Pacífico y La Cuartilla han lanzado una campaña de recolección de productos de higiene menstrual. Toallas íntimas, papel higiénico, toallas húmedas y métodos de prevención de embarazo forman parte de la lista de insumos que se estarán recaudando hasta el 25 de septiembre en Mazatlán.
Los puntos de acopio se ubican en distintos sectores de la ciudad:
- Centro: Kitsch Concepto Store
- Real del Valle: Wake n Coffee
- Playa Sur: Focus on Movement
- Marina: Luma Pilates
- Tellería: El Macetero
Estos son los puntos de recolección de donativos.
Frida Izaguirre, integrante de la Colectiva Perlas del Pacífico, relató una experiencia reciente en donde pudieron documentar esta urgencia.
“El 30 de agosto subimos a la sierra con Periferia Subversivx y nos percatamos de que la clínica de Chirimoyos tiene 11 meses inactiva. Ante el abandono institucional, hemos decidido iniciar una colecta de productos de higiene menstrual”.
La exigencia es clara: la menstruación digna debe garantizarse incluso en medio del estallido de violencia. Porque en la Sierra Sur, entre fuego y balas, la pobreza menstrual se suma a la larga lista de heridas abiertas que deja la guerra.
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