En Culiacán, la tradicional fiesta del Grito de Independencia del 15 de septiembre se canceló, según el comunicado en video del gobernador Rubén Rocha Moya, debido a que se buscó priorizar la seguridad y derechos de los ciudadanos. La cancelación, anunciada alrededor de 30 horas antes del inicio programado, reportó pérdidas entre una cantidad indeterminada de comerciantes y vendedores ambulantes que invirtieron en mercancía perecedera y el permiso de venta, cuyo costo ascendió a más de mil pesos por puesto.

“Era una situación prevista, de la cual estuvimos preparados. Sin embargo el ir retrasando por la violencia eventos sociales si puede traer más repercusiones de las qué hay. [No avisar con antelación] nos pareció irresponsable desde el punto de vista financiero, dado a que traería gastos de preparativos tanto del gasto público como del sector comercial“, escribió a Espejo el representante del Frente Primero Culiacán, Oscar Sánchez Beltrán.

 

Entre los principales atractivos anunciados por el Gobierno del Estado para invitar a la ciudadanía a acudir al festejo, estaban los antojitos mexicanos que se estarían ofertando, en algunos puestos incluso de manera gratuita. Sin embargo, la cancelación del evento apenas un día antes, dejó a vendedores de elotes, hot dogs, y otras botanas, con mercancía excedente que no podrán vender de forma regular. Esto, de acuerdo con Laura Quevedo, coordinadora del Bloque de Vendedores del Centro de Culiacán, cuyos agremiados tenían proyectado trabajar en la celebración.

La vendedora comenta sobre las afectaciones sufridas, en entrevista para Revista Espejo:

“Sí hubo pérdida para ellos porque invirtieron en el elote, esquite, vasos, desechables. En todo eso, entonces a los compañeros sí les afectó. Ellos van en sus carretitas, y de dos mil a tres mil pesos sí se le invierte al esquite. Los compañeros que venden hot dogs, es más la inversión. Del guardadito que tenían, me están hablando y me están diciendo que tienen pérdidas“, dice Quevedo.

 

Además, otro impacto económico para los comerciantes que esperaban poder vender en el evento fue el permiso, cuyo costo superó los mil pesos. Sobre este monto, Oscar Sánchez asegura que actualmente se encuentran exigiendo que este sea devuelto a quienes lo pagaron, junto con un bono de 2 mil pesos por las pérdidas ocasionadas.

Pese a todo, tanto Quevedo como Sánchez respaldan la decisión de que el evento no se realizara.

Avalamos la decisión de cancelar el evento, ya que nunca pondremos por delante el lucro económico de la seguridad de la población“, dice Óscar Sánchez.

Hasta el día 15 de septiembre, la autoridad competente no se ha pronunciado sobre las afectaciones ni indemnizaciones.

Este nuevo golpe al comercio ocurre en el marco de una crisis de seguridad en el estado, producto de una guerra interna entre facciones pertenecientes al Cartel de Sinaloa. El estallido de violencia, cuyo origen se remonta a septiembre de 2024, ha provocado una contracción en las ventas del sector, según han pronunciado sus representantes.

Este mes patrio, los vendedores ambulantes del centro de Culiacán no invirtieron en nueva mercancía temática mexicana, pues tenían tanta embodegada del año anterior que no fue necesario.

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