Culiacán, Sinaloa.- En una acalorada manifestación que inició en las puertas del hospital y finalizó en el auditorio, personal de enfermería del Hospital General de Culiacán exigió que sea el personal militar quien atienda a pacientes heridos de bala o de alta peligrosidad, tras los hechos de inseguridad ocurridos en días pasados dentro del nosocomio. O, de no ser así, exigieron que se habilite un hospital exclusivo donde se atiendan a estos pacientes para no poner en peligro a las y los trabajadores del Hospital General, así como al resto de pacientes.

“Nosotros no somos los malos, nosotros somos los buenos, los protocolos de seguridad que implementan no son los correctos, por eso la gente se filtra y se mete, por eso en lo personal estamos pidiendo que se pongan a realizar un protocolo de atención para esos pacientes, si lo que quieren es que los atiendan aquí, pues que los atiendan los militares, que traigan médicos y enfermeras militares. (…) Esa es nuestra petición, que se los lleven o que los atiendan los militares”, dijo una manifestante.

“Acabamos de abandonar el hospital viejo, está el ISSSTE, está el Seguro, ¿Por qué no habilitan un área para ellos? así como hicieron de habilitar un área aquí, habiliten otra. Nosotros no queremos atender a esas personas, tienen todos los derechos del mundo (…), pero ya nos los vamos a atender, yo como personal de base federal y con 39 años que tengo aquí, no estoy dispuesta a atender a esas personas”, agregó otra enfermera.


La manifestación fue convocada tras lo ocurrido la tarde del miércoles 17 de septiembre, cuando una mujer disfrazada de enfermera ingresó al Hospital General de Culiacán en un intento de inyectar una sustancia aún desconocida a uno de los pacientes. El hecho conllevó a la detención de la mujer sospechosa de dañar al paciente y que una enfermera fuera subida a una patrulla por militares para tomar su declaración.

El personal del hospital señaló que se vieron vulnerados los derechos de la enfermera que fue llevada a interrogación, pues ni siquiera contó con el acompañamiento del área jurídica del nosocomio.

“No estamos de acuerdo en la forma en la que se realizó esa privación de la libertad, vamos a decirlo así porque si a ti te llevan a un lugar te privan de la libertad, no iba ella por su propia voluntad, a ella se la llevaron”, indicó Cristina, una enfermera del hospital.

 

La enfermera no fue detenida, aclara el director del hospital

En respuesta a las quejas, el director del hospital, Jesús Ramón Figueroa aclaró que la enfermera no fue detenida y tampoco se la llevaron esposada, sino que  como parte del protocolo de las autoridades, fue llevada a declarar  a la Fiscalía General del Estado y poco después estuvo de regreso en el nosocomio.

Explicó que el día de ayer, una persona con gafete apócrifo, bata, quirúrgico y gorro ingresó al Hospital pese a los filtros de seguridad que se encuentran instalados en la entrada. Subió al segundo piso y se identificó ante una enfermera como una practicante enviada por un médico. Intentó aplicarle una sustancia a un paciente y éste se quejó de inmediato, lo que provocó la reacción de la enfermera que dio aviso a las fuerzas de seguridad. Como parte del protocolo de las autoridades judiciales y militares, la enfermera mencionada fue llevada a declarar a la enfermería, sin embargo, aclaró, nunca estuvo detenida.

“No estuvo detenida, la llevaron a que declarara (…) la razón por la que le tuvieron que tomar declaración fue porque la persona a la cual fue detenida la implicó, fue por eso, yo no estoy diciendo que eso fuera verdad, estoy diciendo lo que la implicada dijo, por eso la autoridad tuvo que tomar la declaración de ella y probablemente haya citatorio y probablemente hasta a mí me citen y al jefe de vigilancia para esclarecer hechos, eso es todo, fue parte del protocolo de seguridad”, mencionó el director del hospital.

“El estado de salud de esa persona (el paciente) es sin cambios, está bien. No tenemos la certeza (de que se le haya inyectado algo) el paciente se quejó de que sintió molestia en el brazo, fue lo que pasó, no hubo ningún efecto adverso”, agregó el director.

Indicó que tras estos hechos y otros ocurridos anteriormente, el hospital se está preparando y capacitando para reforzar los protocolos de seguridad, pues fue declarado por las autoridades como sede de los pacientes con lesión por arma de fuego.

Los acuerdos

A la manifestación acudió el secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo, quien en compañía del director del hospital y Julio Quintero, coordinador del IMSS-Bienestar hicieron pasar a los manifestantes al auditorio para escuchar sus peticiones, entre las que se destacan dar de alta al paciente que se encuentra en el área de Código Plata (donde se atienden a heridos de bala, de violencia), incrementar la seguridad de dicha zona y habilitar un hospital destinado a atender a pacientes de alta peligrosidad para no poner en peligro a los trabajadores y el resto de pacientes.

Después de más de una hora en donde las y los trabajadores expresaron su molestia y miedo por la situación de inseguridad que no solo se vive en el exterior, sino también dentro del nosocomio, el secretario de Salud se comprometió a lo siguiente:

-Garantizar que no ocurra de nuevo lo vivido por la enfermera que sin acompañamiento del área jurídica fue llevada a declarar a la Fiscalía.

-Incrementar la vigilancia e instalar un identificador biométrico en el área de Código Plata.

-Gestionar en Fiscalía General del Estado para que siempre haya personal del ministerio público presente en el hospital y se pueda actuar con mayor rapidez.

-Presentar la propuesta de dar de alta rápida a pacientes que representen un riesgo.

-Revisar la petición sobre la habilitación de un espacio en donde se puedan atender a pacientes heridos de bala o de alta peligrosidad.

“Yo me llevo la posibilidad de trasladarlo a un centro donde tengan armas más grandes. No lo veo como una solicitud descabellada porque entiendo el temor que hay, vamos a revisar la posibilidad de una unidad, tenemos que hacer un análisis (…) mañana vamos a revisar un espacio para ver si podemos tener una unidad o un espacio donde aquel paciente que sea de alto riesgo pueda llevarse, cuidarse ahí y en cuanto tenga la cirugía regresarse y ya después llevarlo a un lugar definitivo (…) yo lo comento con el gobernador”, dijo González Galindo.

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