En comparación con los últimos dos años, el salario promedio de los trabajadores sinaloenses ha crecido a menor ritmo este 2025. En términos reales, ajustado a la inflación, entre agosto de 2024 y agosto de 2025 el salario creció apenas 4.8%, en comparación con el 5.9% del mismo periodo anterior.

Midiendo a partir del 2o19, los últimos 12 meses representan el tercer peor resultado en este parámetro para Sinaloa. Esto sucede en medio de un panorama económico y de negocios marcado por una crisis de seguridad, aunada a una fuerte sequía que provocó un recorte productivo de la agroindustria.

En el desagregado por actividades económicas, el que tuvo un menor incremento fue el sector servicios. Los trabajadores sinaloenses de este sector pasaron de ganar 466 diarios en agosto de 2024 a 493 pesos diarios en agosto de 2025. Es decir, un crecimiento real anual de apenas 2.26%.

Mientras tanto, la actividad que tuvo mejor desempeño en el mismo lapso de tiempo fue la industria extractiva, cuyos trabajadores asegurados ganan 10.04% más en términos reales que en agosto del año pasado.

“Todavía no se recuperaba [Sinaloa] del Covid cuando también se viene la narcopandemia. La entidad está estancada económicamente y en los índices de competitividad ha caído varios niveles […] También son efectos de problemas estructurales como la poca innovación, la falta de especialización, infraestructura deficiente y estancamiento en los sectores primario y terciario”, explica a Revista Espejo María Manjarréz, vicepresidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa.

¿Qué pasa con la economía sinaloense?

 

Los malos resultados en materia salarial son acompañados por una caída en el registro de empleados y empleadores en la entidad. El sector servicios, que engloba restaurantes, eventos y hoteles, resalta de entre las demás actividades como el más afectado.

Otros indicadores laborales, como la subocupación, han venido al alza. En dicho parámetro, la ciudad de Culiacán alcanzó el segundo lugar a nivel nacional.  Una mayor subocupación significa que cada vez más sinaloenses trabajan menos horas de las que declaran estar disponibles para laborar.

Esto implica que, particularmente en Culiacán, el mercado laboral migra hacia empleos cada vez menos competitivos, que ofrecen menos oportunidades de desarrollo para los empleados.

Esto ha sido identificado por miembros de la academia como el resultado directo de la crisis de seguridad que se desarrolla en la entidad desde septiembre de 2024, producto de una “guerra” interna entre facciones del Cártel de Sinaloa, quienes se disputan la hegemonía de la región. Este periodo violento, que ya se extiende por más de un año, se ha caracterizado por una parálisis económica en aquellos días particularmente violentos, caída del consumo por la reducción en el circulante ilegal, y ataques hacia establecimientos comerciales.

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