Culiacán, Sinaloa.- Algo tradicional que se empieza a observar en las calles del centro de Culiacán en la temporada otoño-invierno, son las típicas gorditas de harina, acompañadas de su avena, atole o chocolate, algunas de estas bebidas auspiciadas por recetas ancestrales.

Por lo general, estos comerciantes son de temporada atentos a que la temperatura baje unos 2 o 3 grados, por lo general a finales de octubre, en el caso de nuestra ciudad. Aunque la gran mayoría solo se ponen unos meses, muchos ya tienen sus puntos fijos donde instalarse.

Es el caso de Liliana Elizabeth Zamudio, que pese a que el calor sofocante de Culiacán no quiere dar tregua, ya se aventuró a poner su mesa y su cazo con aceite, así como sus grandes termos donde se mantienen calientes sus bebidas.

Su punto es privilegiado para este tipo de venta, ya que se encuentra en el edificio frente a la plazuela Álvaro Obregón, un lugar de paradas de camiones del transporte público, donde concurren miles de culichis todos los días.

“Yo aquí en este punto empecé a vender atole, avena, gorditas, chocolate y pan con mantequilla”, comenta al referirse que ya tiene algunos años poniéndose en el mismo lugar.

“Pero ahorita, como está la situación que no hay trabajo y está todo tranquilo en la economía, pues decidí vender taquitos de guisados. Y ahorita en esta ocasión me vine para sacar un poco de ingresos”, agrega.

 

Liliana comenta que todavía llega con poquito de sus productos, en tanto las personas que ya la conocen la identifican, como se observó al momento de esta entrevista, donde una transeúnte le pregunta: “ah ya te pusiste aquí, que bueno” y se lleva su vaso de avena por 20 pesos.

Explica que fue la misma gente la que le fue pidiendo que ya se instalara, en su mayoría trabajadores del centro y estudiantes; “ya para la temporada fuerte ya van a saber que ya estoy aquí”, señala.

“Aquí las hago recién hechas, todo está recién hecho, aquí pongo la hoya, me pongo a las 5:40, y en el transcurso de la mañana les vendo a los muchachos del CAT, estudiantes y trabajadores que van con prisa”, dice.

 

Si bien su horario es de 6 a 10 de la mañana, es suficiente para vender todo lo que hace.

Asimismo, destaca que este año no le subió nada a sus precios y son los mismos que los del año pasado, pese a que todos los productos han subido: “si subió todo, pero me mantengo”, señala.

“Si le subo poquito, por ejemplo, un peso, dos pesos, para qué le voy a subir, para que le voy a subir 5 pesos a la gordita si subió un peso la harina, es un decir, en una gordita yo gano lo que subió de precio esa harina, entonces, yo no tengo por qué subirle 5 pesos a las cosas”, sostiene.

 

En lo que el frío llega a Culiacán, Liliana Elizabeth informa que se mantendrá esta temporada de lunes a viernes, de 6 a 10 de la mañana.

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