Culiacán, Sinaloa.- Ante la escalada de violencia que se vive en Sinaloa desde 2024, atribuida a un conflicto interno entre facciones del Cártel de Sinaloa, el gremio periodístico ha estado enfrentando múltiples barreras que se suman a obstáculos históricos como altos niveles de impunidad y la estigmatización desde los discursos oficiales, alertó Pedro Cárdenas Casillas, de Artículo 19.

Una de estas dificultades son las llamadas “zonas de silencio”, explicó, áreas o temas en específico donde los periodistas deciden no acudir o no reportar información debido a que implica un alto riesgo de seguridad para su persona.

“Hay zonas donde la delincuencia organizada tiene un control territorial tan grande y tan amplio que no existe verdaderamente un estado que esté frenando ésta violencia o éste control territorial, entonces la prensa tiene que tomar medidas de autocuidado mucho más altas y debe de tener otro tipo de medidas de seguridad”, dijo.

“Las zonas de silencio son un vacío no solo para personas periodistas sino que se pierde el derecho a la información de la ciudadanía”, agregó.

A esta limitante se le suma una que persiste desde hace años a nivel nacional: las agresiones desde las autoridades.

De acuerdo con Cárdenas, desde la administración del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, a la fecha, se ha documentado que entre el 40 y 50 por ciento de las agresiones a periodistas en México provienen de las autoridades.

Además, está el discurso estigmatizante que proviene del oficialismo y se distribuye en cascada hacia la ciudadanía, obstaculizando la labor del periodista.

“Vemos que desde el Estado se criminaliza a la prensa o se estigmatiza, se les dice que la prensa es de alguna manera, adversaria, que no está haciendo su labor de manera objetiva, cuando realmente lo que está haciendo es desprestigiar al mensajero, convierte al mensajero en el mensaje y ya no estamos hablando de las notas periodísticas”, dijo.

Este discurso, agregó, es contrario a las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y si bien ha disminuido desde que inició la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sigue presente en muchos espacios.

Indicó que a nivel estatal, es necesario que las autoridades reconozcan que las preguntas críticas e incómodas son parte de la labor periodística y asuman que como funcionarios su rol implica tener mayor umbral de tolerancia.

Mencionó que aunque las conferencias mañaneras, semaneras o vocerías son un factor importante como acceso a la información, solo van a ser positivas si cuentan con un acceso irrestricto a la prensa y se le permita hacer preguntas sin que haya ataques posteriores a los cuestionamientos.

Finalmente, explicó que la impunidad sigue siendo muy alta en México. Del 2002 a la fecha, el 84% de los casos que investiga la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión siguen sin tener sentencia o resolución, lo que indica más de un 80% de impunidad en casos de agresiones, amenazas y asesinatos de periodistas.

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