A casi cuatro meses de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciara sanciones contra las instituciones financieras mexicanas CiBanco, Intercam y Vector por presunto lavado de dinero, estas entidades se encuentran gravemente debilitadas y, según Bloomberg, “en vías de desaparecer”.

Las sanciones anunciadas el pasado 25 de junio, consistentes en aislar a las tres instituciones del sistema financiero de Estados Unidos, fueron aplazadas en dos ocasiones. Sin embargo, terminaron entrando en vigor de forma oficial este lunes 20 de octubre.

Aunque su ejercicio formal comienza hoy, los efectos perjudiciales en las empresas en cuestión fueron notables desde el momento en que se comunicaron. El golpe reputacional que los dos bancos y la casa de bolsa sufrieron a raíz de los señalamientos les tiene convertidos en “cascarones“.

Apenas las autoridades mexicanas constataron que las instituciones tenían problemas en sus líneas de financiamiento, los clientes de estas entidades comenzaron a retirar sus recursos de las mismas. Fue el caso de las empresas con fideicomisos administrados por CiBanco, que hasta hace poco era líder del mercado fiduciario en México.

Actualmente, CiBanco se encuentra en proceso de liquidación tras solicitar la revocación de su propia licencia bancaria. Intercam vendió la mayor parte de su negocio a terceros, aunque busca mantener sus niveles de capitalización y liquidez para conservar su licencia.

En tanto, Vector, la casa de bolsa propiedad de Alfonso Romo, exintegrante del gabinete presidencia durante el sexenio de AMLO, cerró su área de análisis el 15 de octubre, después de transferir sus activos, clientes y fondos a Finamex.

¿De qué se les acusa a CiBanco, Intercam y Vector?

 

El 25 de junio, en el contexto de un endurecimiento de las políticas exteriores de la administración Trump en Estados Unidos, un anuncio sacudió al sistema financiero mexicano. El Departamento del Tesoro, estrenando facultades recién ampliadas para combatir las operaciones de narcotráfico, impuso sanciones a tres instituciones financieras mexicanas.

Se trataba de CiBanco, el vigésimo tercer banco más grande del país; Intercam, el vigésimo quinto; y Vector, la casa de bolsa propiedad de un exconsejero presidencial mexicano.

Las acusaciones giraban en torno a facilitar y procesar transferencias de activos para la compra de precursores químicos de fentanilo entre los cárteles de la droga mexicanos y China. Además, habrían estado involucradas en lavado de dinero dentro de este mismo esquema criminal.

La acusación más directa se la llevaron los directivos de Intercam quienes, según el desplegado de la autoridad estadounidense, tuvieron reuniones presenciales con cabecillas del Cártel Jalisco Nueva Generación en 2022.

Frente a estas acusaciones, las autoridades mexicanas iniciaron, al día siguiente, un proceso de inspección. Aunque anunciaron no haber encontrado asociaciones delictivas, pues no hubo ninguna vinculación a procesos judiciales, sí se hicieron sanciones por omisiones administrativas y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores decidió remover a los presidentes de CiBanco e Intercam.

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