Pese a la constante violencia en el penal de Aguaruto en el último año, misma que evidencia una situación de autogobierno, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, asegura que se trata de las consecuencias de ser un penal viejo.

Es un penal muy viejo. Necesitamos renovarlo. Tiene generaciones y generaciones de personas en su seno, y estas han dejado su huella. Esto hace que haya mucho que arreglar al interior. Entonces, estamos pensándolo: ¿Lo ideal que sería? Que hiciéramos otro penal, pero necesito tener manera de hacerlo. Por lo pronto estamos tratando de irlo remozando “, dijo a ESPEJO el pasado martes, 11 de noviembre, a la salida de un evento público.

 

El penal de Aguaruto, en Culiacán, continúa siendo un foco de actividad delictiva. Las constantes riñas y los decomisos de objetos prohibidos que siguen ingresando al complejo carcelario evidencian la falta de control, sin que hasta ahora ningún funcionario o autoridad asuma responsabilidad.

De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública, general Óscar Rentería Schazarino, existen al menos cuatro carpetas de investigación abiertas contra personal del penal; sin embargo, hasta el momento no se ha iniciado ningún proceso judicial relacionado con corrupción al interior del plantel.

Para el gobernador Rubén Rocha Moya, la situación es una consecuencia de la antiguedad del penal. Como lo dijo en entrevista para ESPEJO: “Es un penal muy viejo”. El mandatario aseguró que de ahí la necesidad de renovarlo.

Ante el cuestionamiento por la índole de dichas renovaciones, el titular del ejecutivo estatal contestó:

“Tenemos que ver. Ahí tienes que renovar todo. Y el tema de dirección, a cada rato tienes que estarlo revisando”.

 

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