Por: Jimena Pelayo / @jimenapelayo, Luis Fernando Cortés / @fernandoc_2306, Valeria Ruiz / @feliuur y Valeria Grijalva / @v.gribo
En el marco de la 24.ª Conferencia Internacional sobre el Sida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció unas nuevas directrices sobre el uso del cabotegravir de acción prolongada, un medicamento para prevenir la infección por el VIH. Según recomendó la organización internacional, su uso bajo un “enfoque preventivo integral” se indica como un tipo de profilaxis anterior a la exposición al VIH.
Las nuevas directrices incluyen un “llamamiento a los países para que ofrezcan esta opción preventiva segura y de gran eficacia a las personas con alto riesgo de infección”, considerando que “serán de ayuda para que los países incorporen este medicamento en un enfoque integral de prevención de la infección por el VIH”.
El anuncio se dio a conocer en 2022. Hasta un año antes se tenía un registro de 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH, la misma cifra que en 2020.
“El cabotegravir inyectable de acción prolongada es inocuo y muy eficaz como prevención de la infección por el VIH, pero solo se encuentra disponible para realizar estudios. Esperamos que estas nuevas directrices ayuden a los países a impulsar la incorporación y la administración de este medicamento junto con otras opciones preventivas, como la profilaxis oral anterior a la exposición y el anillo vaginal con dapivirina”, declaró la Dra. Meg Doherty, Directora de los Programas Mundiales de la OMS sobre VIH, Hepatitis e Infecciones de Transmisión Sexual.
Tres años después, el 15 de Julio de 2025, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) publicó en su Informe Quincenal de Ampliación Terapéutico, -una herramienta que la dependencia utiliza para comunicar sistemáticamente aquellos medicamentos y dispositivos médicos autorizados en el país-, un listado de 210 autorizaciones sanitarias.
Entre ellas aparecía el tratamiento inyectable de acción prolongada para reducir el riesgo de contraer el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, es decir, de profilaxis previa a la exposición llamada cabotegravir.
Como antecedente, el 21 de junio de 2023, a través de un boletín de prensa la Cofepris ya había autorizado un nuevo medicamento para el tratamiento del VIH en el país. Efavirenz/lamivudina/tenofovir disoproxil fumarato, “una molécula nueva” para el tratamiento de este virus.
Dicho informe fue malinterpretado por diversos medios de comunicación, creando desinformación y ambigüedad alrededor del tema. En varias notas periodísticas se aseguraba que el cabotegravir era una alternativa para las personas que viven con VIH e, incluso, se afirmaba que con el uso de este dejarían de “tomar 365 pastillas al año” y sólo tendrían que aplicarse algunas cuantas inyecciones anualmente, lo cual, es incorrecto y falso.
El Cabotegravir es un tipo de Profilaxis Previa a Exposición (PrEP), esto significa que es solo un medicamento preventivo para personas que aún no han contraído la infección. Y no un Tratamiento Antirretroviral (TAR), que es igual a medicamentos que mantienen su carga viral indetectable, permitiendo a las personas que viven con VIH y lo toman diariamente, tener vidas largas y saludables.
Según ha explicado la OMS, “las dos primeras inyecciones intramusculares de cabotegravir inyectable de acción prolongada se administran separadas por un intervalo de 4 semanas y, a continuación, se pasa a una pauta de una inyección cada 8 semanas”, pero sólo como una “profilaxis anterior a la exposición”.
Por lo tanto, si bien, los medios oficiales siempre mencionaron al Cabotegravir como una solución preventiva, los medios de comunicación malinterpretaron la información sobre este “nuevo medicamento” recomendado por la OMS y autorizado por la Cofepris en México.
Y es que existe otro medicamento que consta de Cabotegravir y Repivrilina, el cual, sí funciona como tratamiento para las personas que viven con VIH. La aleación de ambas sustancias activas tiene como nombre comercial Aperture o Cavenuba. Sin embargo, dicho tratamiento aún no ha llegado a México en el sector público.
Tampoco ha llegado a Jalisco.
Sin certezas sobre el abastecimiento de Cabotegravir en el sector público
En Jalisco, el primer caso de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) oficialmente diagnosticado fue reportado en 1985, cuando habían pasado dos años del primer caso acreditado mundialmente.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Jalisco, del 2006 al 2025, se han confirmado alrededor de 15 mil 053 diagnósticos de VIH. Y de enero a marzo de 2025 se han registrado 391.
Leonardo Espinosa, actual presidente de Codise A.C., organización que ofrece acompañamiento y orientación para personas de la comunidad diversa y personas que viven con VIH en Guadalajara, considera difícil la distribución de este medicamento a corto plazo debido al manejo de patentes en México. En su experiencia, considera “complicado” que el gobierno mexicano decida invertir tantos recursos en esta solución debido a los altos precios que las farmacéuticas manejan por el momento “tampoco es como que las personas viviendo con VIH en México sean tantas como para que el gasto sea muy grande”, reflexiona.
Pese a ello, Leonardo ve la aprobación del Cabenuva como un gran punto a favor, ya que considera que los esfuerzos más grandes frente a esta situación se deberían concentrar en la prevención y la educación. Sobre todo para aquellos grupos de la población sin acceso a la información, que se encuentran en contextos de interseccionalidad, vulnerabilidad o de violencia, tales como: jóvenes de entre 16 y 24 años, personas de la comunidad diversa, personas que ejercen el trabajo sexual y personas que estén expuestas a situaciones que condicionan sus derechos humanos, entre otras.
De acuerdo con la OMS el 70% de estas infecciones afectan a grupos poblacionales específicos.
Sin embargo, es importante advertir que Jalisco se mantiene enfocado en cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS) 2030, que tienen como meta “poner fin al sida como amenaza para la salud pública y garantizar que esos logros se mantengan mucho más allá de 2030”, de acuerdo con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, por sus siglas en inglés UNAIDS.
“Que 95 por ciento de las personas con VIH conozcan su condición; que 95 por ciento estén bajo tratamiento y que 95 por ciento tengan una carga viral indetectable” aseguró Enrique Alfaro Ramírez, ex gobernador de Jalisco durante una ceremonia por el Día Mundial del SIDA en el 2023.
La desmitificación
Los avances médicos que se han realizado en los últimos años marcan una diferencia muy grande en la vida de las personas con VIH. De acuerdo con el médico Felitán Suárez Núñez, especialista en VIH y SIDA “es una enfermedad crónica controlable, gracias al medicamento que actualmente tenemos”.
Existen dos tipos de medicamentos para personas con VIH, el tratamiento general para quienes han adquirido el virus y el preventivo, pero ¿Cuales son las diferencias entre estos dos tipos de medicamentos?
Las primeras, conocidas como terapias antirretrovirales, si se consumen de manera regulatoria y se usan de forma adecuada, permiten a las personas llegar a la indetectabilidad, “esto hace que la persona viva con VIH, pero no lo puede estar transmitiendo a través de las diversas formas de transmisión que existen” explica el especialista.
En tanto, los “medicamentos preventivos”, conocidos como profilaxis pre-exposición y post-exposición, buscan prevenir a las personas del virus cuando hay una posible exposición al VIH.
El primero debe ser tomado de forma programada antes de la exposición al VIH y su objetivo es disminuir las posibilidades de adquirir VIH hasta en un 99%, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El efecto preventivo de este medicamento llega 7 días después de ser ingerido en hombres cisgénero y en 14 días con mujeres transexuales y transgénero.
El segundo, la profilaxis post-exposición (PEP) es utilizado como un tratamiento de emergencia después de una posible exposición sin protección, “se tiene que dar dentro de las primeras 72 horas después de alguna situación de riesgo” precisa el médico Suárez Núñez.
El tratamiento dura 28 días y combina varios medicamentos antirretrovirales para prevenir que el virus se establezca en el cuerpo.
“La PEP es un servicio que actualmente se proporciona de manera gratuita en México. En todos los casos debe evaluarse el estado serológico de VIH antes de su prescripción.” según el Gobierno de México.
Conociendo esta información, se puede asegurar que hay avances médicos cada vez mejores y algunos ya aprobados mundialmente, como el Cabotegravir, pero ¿cuándo llegarán a Jalisco?
De acuerdo con Héctor Raúl Pérez Gómez, Secretario de Salud en Jalisco:
“El cabotegravir todavía no se está utilizando en ninguna parte del país en el ámbito público quizás en el futuro podamos implementarlo. Eso sería un programa de origen federal, nada más.”
Al respecto, informó que en la Secretaría de Salud Jalisco “no tenemos todavía una directriz federal sobre si se va a incorporar Cabotegravir y cuándo podría integrarse al sistema de salud en México.”.
Pese a estos datos, aseguró que no descarta que su distribución sea a través de organizaciones de la sociedad civil que realizan acompañamiento a estas poblaciones, así como en clínicas y hospitales del sector salud:
“Podemos de igual manera involucrar positivamente a las asociaciones, que de igual manera atienden a pacientes con infección por VIH, pero de inicio sería en instituciones de salud, como por ejemplo en centros de salud, en hospitales comunitarios, en hospitales regionales.”
Sus experiencias
“Cuando me diagnosticaron con VIH pensé que me iba a morir, pero la verdad fue como un renacer. Ahora cuido mi salud, hago ejercicio, cuido mi alimentación, estoy mejor que nunca”, comentó una de las personas que compartió su experiencia y que prefirió permanecer en el anonimato.
Los testimonios son un recordatorio de que si bien, la ciencia avanza, todavía hay un largo camino por recorrer en la empatía, que condiciona la existencia de estigmas y prejuicios, que siguen presentes en la vida de las personas, dificultando su acceso a la salud digna.
Dignificar los tratamientos no solo implica la creación o diseño de nuevos medicamentos, que reduzcan el número de dosis o modifiquen las formas de tomarlos, sino de “cambiar los sistemas de salud” en términos de acceso a atenciones respetuosas, libres de obstáculos, actuales y especializadas, como lo menciona Leonardo Espinosa de Codise:
“Otra cosa que afecta mucho a las personas viviendo con VIH, además del estigma, es el mal servicio de salud pública. Es muy difícil encontrar personas capacitadas en los servicios públicos de salud como el IMSS, el ISSSTE o incluso la Secretaría de Salud fuera de los centros especializados. El personal no tiene idea de las cosas que tiene que ver con el VIH y trae a veces información de hace años 80, que hacen que las personas diagnosticadas con VIH recurran a prácticas que ponen en riesgo su vida.”
A pesar de que en la capital del estado estas poblaciones han tenido buenas experiencias con el abastecimiento y acceso a los medicamentos para el tratamiento del VIH en el sector público, esto no siempre ocurre lo mismo en otras regiones. La logística de distribución sigue siendo deficiente y desigual en Jalisco.
Un testimonio anónimo lo explica con claridad:
“Hay gente en otros estados que la está pasando mal, porque les dan sus sobrecitos de plástico con el medicamento… o sea, el frasco abierto y cinco pastillitas.”
Felipe, integrante de Codise, coincide en que el problema no es la falta de insumos, sino la burocracia para acceder a ellos: “Ya es cuestión administrativa prácticamente, pero no porque no exista el insumo. El insumo sí existe, nada más hay que hacer una distribución de manera correcta. Creo que lo que falla muchísimo es eso. Es pura burocracia.”
El cabotegravir tiene el potencial de marcar un antes y un después en la dignificación de los tratamientos de estas personas. En el momento en el que su aleación con la rilpivirina sea aprobada y distribuida en el país, las personas que viven con VIH podrán comenzar a tratarse con una inyección bimestral y no tener que “pelear” contra las dificultades de acceder a los medicamentos que pueden ofrecer el sector salud hasta ahora.
Según ha informado la OMS desde el año 2022, el cabotegravir, como profilaxis anterior a la exposición, “indican que este medicamento es inocuo y muy eficaz en las mujeres cisgénero, los hombres cisgénero que tienen relaciones sexuales con hombres y las mujeres transgénero que tienen relaciones sexuales con hombres”.
Y es que, los resultados de dos ensayos aleatorizados HPTN 083 y HPTN 084 revelan que con este tratamiento se “logró una reducción relativa del 79% del riesgo de infección por el VIH con respecto a la toma de la profilaxis oral diaria anterior a la exposición, que presenta problemas de cumplimiento por los usuarios”.
Todos los testimonios coincidieron en la importancia de la divulgación científica, clara, sin estigmas, sin discriminación, sin morbo, verdadera, por parte de las instituciones públicas de salud, así como de parte de los medios de comunicación, quienes tienen la responsabilidad de ofrecer información verificada.
Aunque, algunas de las personas entrevistadas que viven con VIH reconocieron que “puede ser una considerable pérdida de tiempo ir a los establecimientos de salud pública a abastecer sus recetas cada mes”.
Hasta ahora, muchas campañas se han limitado a promover el uso de preservativos como principal y única herramienta de prevención. Si bien sigue siendo fundamental, esto no es suficiente. La solución requiere también educación sexual inclusiva, acceso real a medicamentos preventivos y un enfoque integral que dignifique la vida de quienes viven con VIH. Cada avance médico debe ir acompañado de una transformación social y cultural que reconozca a las personas no como cifras o diagnósticos, sino como seres humanos con proyectos de vida, sueños y derechos, así como lo han manifestado las organizaciones y personas consultadas para este reportaje.
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Este reportaje fue realizado en el marco del Bloque de Producción periodística convergente del Tec de Monterrey Campus Guadalajara, del cual ZonaDocs fungió como Socio Formador.

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